Categorías
Uncategorized

Cómo la COVID-19 cambió la industria de los psiquiátricos en México para siempre

Caos, falta de insumos, iniciativas de ley sin consultas a comunidades afectadas, información y derechos humanos forman parte del contraste entre el pasado y la “nueva normalidad”.

Varios epicentros en relación al tema de salud mental siempre la hacen vigente y, en coyuntura con la abolición de la ley Bañuelos y de la pandemia de coronavirus, queda un tema pendiente a pesar de que en el Senado se haya parado el avance de una iniciativa de ley que no consideraba la dignidad ni los derechos humanos de las personas con discapacidad y problemas psicosociales.

Dicho problema “mixto” lo encontramos en psiquiátricos la semana pasada cuando en el hospital psiquiátrico “Rafael Serrano” de Puebla, en el que se encontraron 18 casos de personas contagiadas de COVID-19, de los cuales 15 eran asintomáticos y tres se encontraban con ventilación mecánica “evolucionando satisfactoriamente”, ello conforme a reportes del gobierno local. Sin embargo, la falta de protocolos en la atención a pacientes que se encuentran en hospitales psiquiátricos durante la pandemia ha desvelado más casos como el que reportó la periodista Kathya D´Artigues a finales de mayo de 2020.

Foto: Pixabay.

Se trataba de nada más y nada menos que de uno de los tres psiquiátricos más grandes de México, el hospital “Samuel Ramírez Moreno”, en el que para mayo se habían registrado 19 contagios y cuatro muertes ante la falta de pruebas, insumos e información: 16 eran pacientes, dos enfermeras y uno de los médicos del psiquiátrico. En contraste el director de dicho centro, Javier Bañuelos Arzac lo único que hizo durante ese momento fue ponerse un equipo de protección completo para después tomarse una foto en la sala de espera y compartirla en un chat, incluso cuando se reportó que nunca visita a los pacientes.

Tras los contagios, tanto internos como personal del hospital comenzaron a solicitar equipo de protección, que no recibieron mas que algunos médicos y enfermeras quienes recibieron sólo goggles y días después, material de mala calidad, entre los que destacaban batas desechables que al contacto con el agua se rompían, al grado en que parte del personal tuvo que comprar con su propio dinero el material necesario para poder atender a los pacientes. Lo preocupante para ellos, además de la falta de insumos, era que no contaban con las medidas necesarias para atender y prevenir casos originados por SARS-CoV-2, es decir, capacitación, problema para el que el director del psiquiátrico sólo se les recomendó que vieran la conferencia del subsecretario de Protección y Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell para “informarse” y saber qué se debía hacer. 

El caos que sufrió el hospital “Samuel Ramírez Moreno” básicamente fue documentado en un chat iniciado por su sindicato, cuyo personal ha lidiado con el coronavirus sin manuales, especialmente al tomar en cuenta que gran parte de ellos trabaja en diferentes hospitales y que, por ende, quienes se encuentran más expuestos a posibles contagios son los pacientes. Carlos Ríos, investigador de Human Rights Watch ya lo mencionaba la semana pasada, el atender 24/7 a familiares con discapacidad psicosocial puede resultar totalmente imposible en miles de hogares mexicanos, motivo por el que el Estado mexicano está obligado a generar condiciones para que las personas puedan vivir en pleno respeto a sus derechos humanos y con un trato digno.

Foto: Pixabay.

En relación a la falta de insumos, el director de Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud, Juan Manuel Quijada, aseguró que los centros contaron con ellos, pues un reporte lo avalaba, además de argumentar que desde febrero se había reunido con los directores de los hospitales a su cargo. 

La adopción por parte del Estado mexicano en relación a la Convención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidades en 2006 hace presente que las discapacidades mentales son omnipresentes, comunes y responsables de una proporción significativa de la discapacidad, sufrimiento, mortalidad y pérdida de productividad en la sociedad, hecho que comprueba que la carga para personas con discapacidades psicosociales y para sus familias es inmensa tanto en lo económico como en lo social.

Respecto de la industria de los psiquiátricos en México, la infiltración de la COVID-19 en sus espacios, pacientes, personal médico y personal sanitario ha venido a marcar aún más las desigualdades que se viven entre las comunidades con discapacidad psicosocial que, por si fuera poco, se enfrentan al recorte de recursos al sector salud por parte del gobierno en turno, así como a la ausencia de una política pública sobre licitaciones de medicamentos y contratos de distribución que en pacientes con cáncer, VIH y epilepsia han representado la falta de tratamiento o el cambio continuo de éste.

Foto: Pixabay.

En contraste, Elsevier, servicio de información en el área de Ciencias de la Salud, señala que los presupuestos para congresos de la industria de los psiquiátricos disminuirán debido a la participación cada vez menor de las farmacéuticas, ello como resultado de la economía global y de las regulaciones para combatir conflictos de intereses. Igualmente apunta que los journals o publicaciones científicas comienzan a sufrir los recortes, como el de publicaciones de la APA, tales como el American Journal of Psychiatry y el Psychiatry Services, afectados en mayoría por la disminución de propaganda médica. Sin duda la pandemia vino a enfatizar aún más las desigualdades que existen en diferentes sectores de la vida pública mundial y, en los mejores casos, a empoderar a la sociedad civil a estar al tanto de los cambios a favor y en contra de sus intereses para incidir sobre éstos.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

En Sucursal Fauces, tus donaciones son de gran ayuda para continuar haciendo lo que tanto nos gusta, investigar para ti, ofreciéndote un fresco y nuevo periodismo sobre salud mental pública.

Hablamos tu idioma, este es tu espacio.

Click to Donate
Categorías
Uncategorized

Ser vulnerable en la nueva normalidad

Ante la reapertura paulatina de negocios en 18 estados de la República, los centros recreativos y las escuelas permanecerán cerrados, al ser los puntos que concentran más gente . Ser vulnerables podría ser nuestra gran arma secreta en este nuevo contexto

El próximo primero de julio en la ciudad de México se reabrirán los restaurantes y hoteles con aforo limitado a un 30% de su capacidad. Mientras que ¿adivinen? para los melancólicos de los tianguis, éstos volverán a operar el 2 de julio, seguidos de las peluquerías, que podrán abrir y dar servicio sólo con cita previa.

Los centros comerciales y tiendas departamentales, también se sumarán a la reapertura económica que ha implicado la COVID-19, el 6 de julio, ambos casos con aforos y horarios limitados. A este anuncio pronunciado por la jefa del gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, se sumó que los restaurantes afortunados que cuenten con terraza, podrán abrir en un 40% de su capacidad.

Pero si les urge rezar, las iglesias seguirán cerradas, al igual que los cines, los teatros, los museos, las salas de conciertos, los gimnasios, los bares, los antros, las escuelas, los parques de diversiones, las oficinas y los salones de eventos. 

Foto: Pixabay.

Para la próxima semana, estaremos viviendo en la fase de un semáforo naranja, que indica una reapertura paulatina que conlleva estrictas medidas sanitarias, sabiendo que la pandemia sigue. Son 18 estados los que arrancarán bajo este indicador: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Tanto en los estados con semáforo rojo, como en los que comienzan en naranja, el cubrebocas continúa como un elemento imprescindible en la llamada nueva normalidad.

Dentro de todo ese cúmulo informativo y de nuevas reglas por investigar y acatar ¿Qué es lo que extrañamos? ¿Bailar? ¿Beber y celebrar en gran compañía? ¿Conocer nuevos lugares y personas a través de la historia proyectada en una sala de cine? ¿Todo lo ha suplido Netflix? ¿Zoom? ¿El YouTube? Seguramente muchos de ustedes dirán que no, aunque también habrán encontrado nuevas formas de vivir el contexto actual, sin que ello implique que haya sido fácil.

Esa vulnerabilidad que ha abrazado a todos, al abrir los ojos en medio o fuera de los semáforos epidemiológicos, podría ser una gran bofetada, especialmente cuando la cotidianidad nos quitó el coraje de ser imperfectos, porque serlo implicaba entrar en crisis, sufrir vergüenza y miedo.

Foto: Pixabay.

La académica e investigadora de la Universidad de Houston, Brené Brown, señala que se puede experimentar de mejor manera la conexión y la autenticidad, al ser amable primero con uno mismo, para poder serlo con los demás. En medio de un contexto totalmente matizado por la pandemia de coronavirus en el que las noticias, las experiencias propias y la vida en general va de una nueva normalidad a otra, quizá requiera ese coraje de ser imperfectos, sabiendo que el miedo es detonador de la creatividad, de la pertenencia.

Brown enfatiza que constantemente se adormece a la vulnerabilidad, ya sea a través de deudas, drogas, obesidad y todo exceso; sin embargo, resalta que las emociones siguen ahí y que  el ciclo se vuelve peligroso, a pesar de que se va en busca de propósito, pues no hay conversación, sólo incomodidad o dolor que trabajan en perfeccionarse.

¿Qué se puede hacer con esa vulnerabilidad? Asumirse imperfectos, dejarse ver a profundidad, aunque no haya garantías, saber que se está para luchar, pero también que se es digno de amor y de pertenencia.

Foto: Pixabay.

Practicar la gratitud y la dicha en momentos de terror y ser capaces de agradecer, además de expresar vulnerabilidad, implica que estamos vivos y, lo más importante es creer que somos capaces. Porque cuando trabajamos desde ese lugar, dejamos de gritar y empezamos a escuchar, somos más amables con la gente que nos rodea y con nosotros mismos. Ahí, comienza la conexión, enfatiza Brené.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

En Sucursal Fauces, tus donaciones son de gran ayuda para continuar haciendo lo que tanto nos gusta, investigar para ti, ofreciéndote un fresco y nuevo periodismo sobre salud mental pública.

Hablamos tu idioma, este es tu espacio.

Click to Donate



Categorías
Uncategorized

Día del padre 2020: una celebración en distancia a través de la pandemia de coronavirus

Conforme a las autoridades sanitarias, el vínculo afectivo de padres a hijos este año ha de considerar el nivel máximo de contagios que existe en México en relación a la COVID-19, priorizando la salud por sobre el apego

El tercer domingo de junio se celebra el día del padre y, el 21 de junio de este año está marcado por la pandemia de coronavirus, cuando en el país existe un total de 20,781 defunciones desde que inició la epidemia. Aunque la “nueva normalidad” que comenzó el 15 de junio, marcó la retoma de actividades en diferentes días del mismo mes, también apuntó al mantenimiento de las medidas sanitarias.

Es decir que, de la semana del 15 al 21 de junio 16 estados de la república mexicana transitaron de color rojo al color naranja en el semáforo epidemiológico. Sin embargo, la ciudad de México no se encuentra dentro de esas consideraciones, pues a la fecha constituye una de las entidades con mayor número de decesos, que hoy equivalen a 5,314 muertes, seguida por el Estado de México con 2,457 muertes, así como por Puebla con 916 decesos en total, ello conforme a los recientes reportes de las autoridades sanitarias.

Fue el pasado 19 de junio que la jefa del gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, señaló ante los medios de comunicación que en la capital no se reunieron las condiciones necesarias para que ésta transitara del rojo al naranja en el semáforo epidemiológico y, por ende, ésta se mantendría ante máximo riesgo de la semana del 22 al 28 de junio.

Foto: Pixabay.

Con base en lo anterior, el semáforo rojo indica que los contagios están en su máximo nivel, motivo por el que se recomienda totalmente que, al igual que en el día de las madres, la celebración a los padres se haga desde casa.

Aunque se sabe que la celebración del día del padre se festeja con menos efusividad que la del día de las madres, el momento por el que se pasa, no apunta como ocasión para hacer reuniones, especialmente si entre la concurrencia pueden encontrarse personas pertenecientes a los grupos vulnerables a la COVID-19 como lo son: personas mayores de 60 años, embarazadas, así como quienes padezcan diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedad pulmonar (bronquitis, enfisema, asma), personas con VIH y baja carga viral, personas con problemas cardíacos (historial con infartos, arritmias, angina de pecho o malformaciones). Todos ellos son algunos de los ejemplos que tienen mayor riesgo de complicaciones en caso de que contrajeran coronavirus.

Foto: Pixabay.

OMS centra su preocupación en América Latina

Durante la primera semana de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que el mundo entró a una fase peligrosa ante el virus debido al desconfinamiento; Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS también destacó que mucha gente está cansada de quedarse en su casa, al tiempo que los países están deseosos de abrir su sociedad y su economía. En el caso de América Latina, el virus avanza a pasos agigantados, cuando tan sólo al cierre de la semana pasada en Brasil se reportaron más 1,200 muertos, mientras en México 770, representando los países que registraron más decesos en el mundo, ello conforme a un recuento hecho por el centro de noticias AFP. 

Otro prueba de ello es que, tan sólo a cuatro días después de que iniciara la “nueva normalidad”, aumentaron los casos activos de coronavirus en Puebla, Tabasco y Guanajuato, sumando  un nuevo récord de contagios que da un total de 175,202 casos confirmados acumulados, 23, 567 casos confirmados activos en los últimos 14 días y 20, 781 decesos.

A la fecha la disponibilidad de camas a nivel nacional conforme al reporte de las autoridades sanitarias es la siguiente:

Incluso el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell invitó recientemente a la población a no visitar a sus papás para festejarlos este domingo, ello en razón a que el virus se mantiene activo y de que éste reconoció que la epidemia aún no se acaba y que en México se han superado las estimaciones iniciales de los fallecimientos.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

En Sucursal Fauces, tus donaciones son de gran ayuda para continuar haciendo lo que tanto nos gusta, investigar para ti, ofreciéndote un fresco y nuevo periodismo sobre salud mental pública.

Hablamos tu idioma, este es tu espacio.

Click to Donate