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Ser vulnerable en la nueva normalidad

Ante la reapertura paulatina de negocios en 18 estados de la República, los centros recreativos y las escuelas permanecerán cerrados, al ser los puntos que concentran más gente . Ser vulnerables podría ser nuestra gran arma secreta en este nuevo contexto

El próximo primero de julio en la ciudad de México se reabrirán los restaurantes y hoteles con aforo limitado a un 30% de su capacidad. Mientras que ¿adivinen? para los melancólicos de los tianguis, éstos volverán a operar el 2 de julio, seguidos de las peluquerías, que podrán abrir y dar servicio sólo con cita previa.

Los centros comerciales y tiendas departamentales, también se sumarán a la reapertura económica que ha implicado la COVID-19, el 6 de julio, ambos casos con aforos y horarios limitados. A este anuncio pronunciado por la jefa del gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, se sumó que los restaurantes afortunados que cuenten con terraza, podrán abrir en un 40% de su capacidad.

Pero si les urge rezar, las iglesias seguirán cerradas, al igual que los cines, los teatros, los museos, las salas de conciertos, los gimnasios, los bares, los antros, las escuelas, los parques de diversiones, las oficinas y los salones de eventos. 

Foto: Pixabay.

Para la próxima semana, estaremos viviendo en la fase de un semáforo naranja, que indica una reapertura paulatina que conlleva estrictas medidas sanitarias, sabiendo que la pandemia sigue. Son 18 estados los que arrancarán bajo este indicador: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Tanto en los estados con semáforo rojo, como en los que comienzan en naranja, el cubrebocas continúa como un elemento imprescindible en la llamada nueva normalidad.

Dentro de todo ese cúmulo informativo y de nuevas reglas por investigar y acatar ¿Qué es lo que extrañamos? ¿Bailar? ¿Beber y celebrar en gran compañía? ¿Conocer nuevos lugares y personas a través de la historia proyectada en una sala de cine? ¿Todo lo ha suplido Netflix? ¿Zoom? ¿El YouTube? Seguramente muchos de ustedes dirán que no, aunque también habrán encontrado nuevas formas de vivir el contexto actual, sin que ello implique que haya sido fácil.

Esa vulnerabilidad que ha abrazado a todos, al abrir los ojos en medio o fuera de los semáforos epidemiológicos, podría ser una gran bofetada, especialmente cuando la cotidianidad nos quitó el coraje de ser imperfectos, porque serlo implicaba entrar en crisis, sufrir vergüenza y miedo.

Foto: Pixabay.

La académica e investigadora de la Universidad de Houston, Brené Brown, señala que se puede experimentar de mejor manera la conexión y la autenticidad, al ser amable primero con uno mismo, para poder serlo con los demás. En medio de un contexto totalmente matizado por la pandemia de coronavirus en el que las noticias, las experiencias propias y la vida en general va de una nueva normalidad a otra, quizá requiera ese coraje de ser imperfectos, sabiendo que el miedo es detonador de la creatividad, de la pertenencia.

Brown enfatiza que constantemente se adormece a la vulnerabilidad, ya sea a través de deudas, drogas, obesidad y todo exceso; sin embargo, resalta que las emociones siguen ahí y que  el ciclo se vuelve peligroso, a pesar de que se va en busca de propósito, pues no hay conversación, sólo incomodidad o dolor que trabajan en perfeccionarse.

¿Qué se puede hacer con esa vulnerabilidad? Asumirse imperfectos, dejarse ver a profundidad, aunque no haya garantías, saber que se está para luchar, pero también que se es digno de amor y de pertenencia.

Foto: Pixabay.

Practicar la gratitud y la dicha en momentos de terror y ser capaces de agradecer, además de expresar vulnerabilidad, implica que estamos vivos y, lo más importante es creer que somos capaces. Porque cuando trabajamos desde ese lugar, dejamos de gritar y empezamos a escuchar, somos más amables con la gente que nos rodea y con nosotros mismos. Ahí, comienza la conexión, enfatiza Brené.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Día del padre 2020: una celebración en distancia a través de la pandemia de coronavirus

Conforme a las autoridades sanitarias, el vínculo afectivo de padres a hijos este año ha de considerar el nivel máximo de contagios que existe en México en relación a la COVID-19, priorizando la salud por sobre el apego

El tercer domingo de junio se celebra el día del padre y, el 21 de junio de este año está marcado por la pandemia de coronavirus, cuando en el país existe un total de 20,781 defunciones desde que inició la epidemia. Aunque la “nueva normalidad” que comenzó el 15 de junio, marcó la retoma de actividades en diferentes días del mismo mes, también apuntó al mantenimiento de las medidas sanitarias.

Es decir que, de la semana del 15 al 21 de junio 16 estados de la república mexicana transitaron de color rojo al color naranja en el semáforo epidemiológico. Sin embargo, la ciudad de México no se encuentra dentro de esas consideraciones, pues a la fecha constituye una de las entidades con mayor número de decesos, que hoy equivalen a 5,314 muertes, seguida por el Estado de México con 2,457 muertes, así como por Puebla con 916 decesos en total, ello conforme a los recientes reportes de las autoridades sanitarias.

Fue el pasado 19 de junio que la jefa del gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, señaló ante los medios de comunicación que en la capital no se reunieron las condiciones necesarias para que ésta transitara del rojo al naranja en el semáforo epidemiológico y, por ende, ésta se mantendría ante máximo riesgo de la semana del 22 al 28 de junio.

Foto: Pixabay.

Con base en lo anterior, el semáforo rojo indica que los contagios están en su máximo nivel, motivo por el que se recomienda totalmente que, al igual que en el día de las madres, la celebración a los padres se haga desde casa.

Aunque se sabe que la celebración del día del padre se festeja con menos efusividad que la del día de las madres, el momento por el que se pasa, no apunta como ocasión para hacer reuniones, especialmente si entre la concurrencia pueden encontrarse personas pertenecientes a los grupos vulnerables a la COVID-19 como lo son: personas mayores de 60 años, embarazadas, así como quienes padezcan diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedad pulmonar (bronquitis, enfisema, asma), personas con VIH y baja carga viral, personas con problemas cardíacos (historial con infartos, arritmias, angina de pecho o malformaciones). Todos ellos son algunos de los ejemplos que tienen mayor riesgo de complicaciones en caso de que contrajeran coronavirus.

Foto: Pixabay.

OMS centra su preocupación en América Latina

Durante la primera semana de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que el mundo entró a una fase peligrosa ante el virus debido al desconfinamiento; Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS también destacó que mucha gente está cansada de quedarse en su casa, al tiempo que los países están deseosos de abrir su sociedad y su economía. En el caso de América Latina, el virus avanza a pasos agigantados, cuando tan sólo al cierre de la semana pasada en Brasil se reportaron más 1,200 muertos, mientras en México 770, representando los países que registraron más decesos en el mundo, ello conforme a un recuento hecho por el centro de noticias AFP. 

Otro prueba de ello es que, tan sólo a cuatro días después de que iniciara la “nueva normalidad”, aumentaron los casos activos de coronavirus en Puebla, Tabasco y Guanajuato, sumando  un nuevo récord de contagios que da un total de 175,202 casos confirmados acumulados, 23, 567 casos confirmados activos en los últimos 14 días y 20, 781 decesos.

A la fecha la disponibilidad de camas a nivel nacional conforme al reporte de las autoridades sanitarias es la siguiente:

Incluso el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell invitó recientemente a la población a no visitar a sus papás para festejarlos este domingo, ello en razón a que el virus se mantiene activo y de que éste reconoció que la epidemia aún no se acaba y que en México se han superado las estimaciones iniciales de los fallecimientos.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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La ventilación mecánica: una esperanza de riesgo ante la COVID-19

Dentro de la esperanza de vida de frente al coronavirus, la ventilación mecánica requiere de especialistas que sepan cómo intubar a los pacientes que lo sufren. El presente trabajo periodístico es resultado de la Beca de Periodismo de Soluciones 2020  con el apoyo de la Fundación Gabo, Solutions Journalism Network y Tinker Foundation

Carlos Antonio Sánchez, Samedi Aguirre, Evelyn C. Ayala y Michelle Morelos formaron una serie de artículos en relación a la ventilación mecánica dentro del contexto de la COVID-19. Hoy en Sucursal Fauces hacemos un breve resumen de las dos publicaciones 

El respiro artificial es un paso inevitable para los pacientes con COVID-19, quienes necesitan que los seden a fin de aminorar el dolor que produce la intubación; ésta se traduce en la colocación de un tubo de plástico flexible en la tráquea, por lo que es condición obligatoria que sean profesionales experimentados los que la lleven a cabo.

Sin embargo, la saturación de hospitales y el colapso del sistema médico en México, ha hecho casi imposible que las intubaciones se lleven a cabo por expertos, especialmente cuando en el país sólo existen 119 médicos especialistas por cada 100 mil habitantes, sumado a que la mayoría de ellos residen en la ciudad de México, ello conforme a la Gaceta Médica de México.

Foto: Pixabay.

Al Síndrome de Dificultad Respiratoria Aguda (SDRA) de los pacientes con coronavirus, se suman las secreciones y la inflamación del tejido pulmonar, por lo que no se inflan de manera correcta. Ello da pie a que el ventilador introduzca aire a una presión mayor a la normal, así como a un reto para el personal sanitario a cargo.

Igualmente, el hecho de que los pacientes tengan obesidad, diabetes, sobrepeso o hipertensión complica aún más la enfermedad. Siendo México un país rebasado por dichas epidemias, se reporta que los pacientes obesos tienden a morir de manera más rápida por el exceso de grasa que provoca que sus pulmones se compriman más y, por ende, que se expandan de manera natural.

Sin embargo, sin la asistencia ventilatoria, los órganos de este tipo de pacientes podrían colapsar al no existir intercambio de gases de manera adecuada y, con ello, faltaría oxígeno para el torrente sanguíneo.

Dentro de la actual problemática en el sistema de salud, se han intubado y ventilado mecánicamente a pacientes con permisos firmados por sus familias, al ser cada minuto valioso. En paralelo, también no sólo se habla de ventiladores, sino del equipo médico que los maneja, en los que existen factores primordiales que deben tener en cuenta como: el volumen del aire (oxígeno que entra a los pulmones), la frecuencia con la que lo hace, la Presión Positiva al Final de la Respiración (PEEP por sus siglas en inglés), más la fracción inspirada de oxígeno (FiO2).

Foto: Pixabay.

Los médicos calculan que dicho volumen a programarse desde el ventilador debe hacerse con base en la estatura del paciente, al encontrarse éstos en el espacio del tórax, de las costillas. En tanto que la PEEP, se calcula con el índice de masa corporal  del paciente.

Es riesgo de la ventilación mecánica consiste en el riesgo de desarrollar lesiones pulmonares; en un paciente crítico con COVID-19 las condiciones pulmonares exigen presiones muy altas, por lo que puede tener consecuencias en la salud de los pacientes si no se vigilan adecuadamente. Sólo puede disminuir si éstos son atendidos por médicos sumamente capacitados en ventilación mecánica, conocimiento que lleva años de práctica, además de conocer la anatomía del cuerpo y sus variantes.

Por si fuera poco, otro problema se suma a la falta de experiencia en materia de ventilación y éste reside en su programación, que en manos no expertas puede generar lesiones.

Foto: Pixabay.

¿Qué deben tener los ventiladores mecánicos para mantener con vida a un paciente?

Ello reside en celdas de oxígeno, electroválvulas e incluso un humidificador, que deben cumplir con los estándares de calidad  y la normatividad señalada por las autoridades sanitarias, además de mantener dichos estándares a lo largo de 15 días, es decir, el tiempo promedio que requiere un paciente con coronavirus para poder respirar de nuevo por cuenta propia. Sin embargo, las partes de un equipo de ventilación varían conforme a su fabricante y su método de diseño, en el que debe ser una constante el que cuente con humidificador, ya que éste calienta el aire tal cual lo haría la nariz.

También debe contar con un filtro antibacterial para evitar la difusión del virus por medio de los tubos que están conectados al paciente. En resumen, un equipo de ventilación puede ser altamente invasivo, por lo que si falla, es más probable que cause daños en lugar de beneficios.

Hasta el momento, el gobierno federal reconoce que la COVID-19 evidenció no sólo la importancia de fortalecer los sistemas públicos de salud, sino también que es impostergable atender el problema agudo que existe en materia de enfermedades crónicas, así como la importancia de emprender acciones que involucren a la ciencia de la mano de la comunicación.

*Puedes leer las dos publicaciones completas en el siguiente par de ligas: 1 y 2 de Animal Político.

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Música y gastronomía,un camino para aceptar el dolor, compartirlo y sanar

En la crónica de lo contemporáneo, si la salud mental se escapa entre la cultura popular, aún en los rincones y en los momentos menos esperados, buscará una salida, una cura en la que el estrés, el miedo, la irritabilidad, la tristeza y la depresión se desdoblarán ante el ojo público

Del teórico cultural Mark Fisher al chef Anthony Bourdain existe un breve cuadro que, en cámara lenta, retrata el desdoblamiento de la salud mental ante el gran ojo público. Dando una vuelta en la historia y recordando grandes publicaciones, NME (New Musical Express) es una revista inglesa que se publica semanalmente en el Reino Unido desde el año de 1952. Ésta, tuvo su punto máximo de fama en una época peculiar, la era punk, alimentada de independencia y contracultura como gasolina de la creatividad. 

Foto: Pixabay.

En tempo acelerado, el sonido de la batería en este género, llevó el culto al rock and roll, al tiempo que el escritor Mark Fisher lo llevó en el corazón escribiendo para revistas como NME, Sight & Sound y The Wire a través de su blog “K-Punk”. En su momento, Fisher fue un gran referente para los autores de su generación  y su blog, fue más allá de la música, señalando en su último escrito que “Lo personal es político, que los gustos expresan una dimensión mayor”. Mark habló de depresión a través de la cultura popular en la que señalaba que se escondían los verdaderos conflictos contemporáneos, especialmente cuando ésta se dejaba llevar por lo establecido. Para este amante del post-punk el hecho de asumir la incapacidad de cambiar al mundo a través del arte -como lo es la música-, se convertía en mero entretenimiento.

Foto: Pixabay.

Para Fisher bandas como Joy Division, Public Enemy y artistas como James Blake o Adam Thaws, mejor conocido como Tricky, salían del patrón establecido por grandes corporaciones, lejos de la recompensa inmediata. Disfrazar el desencanto mediante un “pop cargado de esteroides” para Mark no era más que el efecto de una droga que invitaba a respirar una felicidad forzada, en la que la depresión no se dejaba tiranizar jamás.

Por otro lado, a Anthony Bourdain tuvimos la oportunidad de conocerlo como a una celebridad de la gastronomía que trabajó como chef ejecutivo en el restaurant Les Halle´s en Manhattan, Nueva York. Además de inmersionarse en shows televisivos como “Memorias de un cocinero”, que permaneció al aire con nada menos que 35 episodios a lo largo de 2002 y de 2003, también desarrolló su carrera de escritor tanto en el ámbito culinario como en el de los cómics, trabajo en el que sobresale “Hungry Ghosts”.

Sin embargo, Bourdain sufrió de depresión y adicción al alcohol durante varios años y fue justo a través de “Memorias de un cocinero” que declaró que sí llegó a usar productos farmaceúticos, heroína, cocaína y anfetaminas como parte de sus actividades en la cocina y en los diferentes restaurantes en los que trabajaba junto a sus compañeros. La institución de salud The Florida House Experience (FHE) rememora en una de sus publicaciones que durante dicho periodo Anthony llegó a señalar que caía en continua depresión profunda debido al abuso de sustancias, al grado en que ni siquiera podía tomar el teléfono y prefería escuchar los mensajes de la máquina contestadora, al tiempo que se iba colando en un profundo agujero negro del que se dio cuenta que tenía que salir.

Foto: Pixabay.

En entrevista para FHE, Stephanee Standefer, doctora y directora de la maestría en Consejería de la Universidad de Northwestern comentó que, aunque Bourdain era abierto acerca de su depresión, ello no significaba que estuviera curado, señalando que en esos casos existe un desbalance químico en el cerebro o que es hereditario, como alguna vez lo mencionó él mismo. También apuntó que conforme a una encuesta provista por la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EEUU, se desveló que los trabajadores de restaurantes y de alojamientos cuentan con las tasas más altas de trastornos por abuso de sustancias que cualquier otra industria, representando el 19% de los trabajadores que reportan uso de drogas ilícitas.

Ser genuinos, creativos y activos  a lo largo de la cotidianidad, a veces además de la capacidad de adaptarse de manera positiva a las situaciones adversas de la vida, también requiere no sólo el toque de análisis que Fisher aportó a la cultura británica o la versatilidad que demostró Bourdain a pesar de la depresión que lo aquejaba, también el compartirlo puede acercar mejores soluciones que las que el soliloquio de la mente pueda traer al puerto cansado del cuerpo.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Fake news, COVID-19 y la lucha por nuestra mente

Conforme a la encuesta panel “Mexicanos ante el COVID-19” implementada por Inteligencia Pública y de Mercados- Quality Insight Research, los mexicanos no le creen a las instancias encargadas de preservar y promover su salud y la de sus familias

El periodo de contingencia sanitaria y aislamiento que ha enfrentado nuestro país y el mundo entero en estos primeros meses del año, ha intensificado el impacto negativo de las llamadas fake news o noticias falsas en la salud mental de las personas.

La difusión de este tipo de noticias a través de las diferentes redes de comunicación que existe, propicia la propagación de rumores e información no verificada y ello cumple con diferentes propósitos.

Según el emisor de ésta, las noticias tienen diferentes fines políticos, propagandísticos o publicitarios, motivo por el que llevan en sí un costo en el estado anímico de las personas que las consumen como contenido verídico y, que con base en ellas, toman decisiones en su vida diaria.

Foto: Pixabay.

Desde salir o no salir de casa, hasta mal dormir por temores infundados, el efecto de las fake news, puede derivar también en tomar medidas innecesarias o equivocadas en un intento por conservar la salud, especialmente cuando el temor y el pánico se apoderan de las mentes que cuentan con menos recursos emocionales e incluso informativos para hacerles frente.

Sin información de fuentes verídicas, sin redes de apoyo efectivas y un confinamiento que en ocasiones llega al hacinamiento en muchos de los hogares mexicanos, hablar de esta problemática y actuar con medidas que la confronten se vuelve imprescindible.

Conforme a la encuesta panel “Mexicanos ante el COVID-19” implementada por IPM-QIR (Inteligencia Pública y de Mercados- Quality Insight Research), los mexicanos no le creen a las instancias encargadas de preservar y promover su salud y la de sus familias.

El 12% de la población a nivel nacional aún duda de la existencia del virus SARS-COV2; dentro de este porcentaje de escépticos, las medidas de protección solicitadas por las autoridades federales y locales tienen bajo impacto. Aunado a esto, 70% considera que el gobierno oculta el número real de infectados por el coronavirus.Cabe señalar que la encuesta se aplicó de 12 al 14 de abril de 2020.

Infografía: Inteligencia Pública y de Mercados- Quality Insight Research (IPM-QIR) 

En medio de una situación de crisis como la que enfrentamos desde el mes de marzo, la desconfianza se propaga con mayor facilidad por el estado de incertidumbre que prevalece y si no se tiene confianza en la información oficial, es habitual que se busquen otras voces que respondan al sentido común, a lo que a la mente le hace más sentido.

Por si fuera poco, las teorías sobre el origen y alcance del virus también polarizan a la población que no cuenta con elementos para identificar si son verdad o mentira. Para 48% el coronavirus es una enfermedad de las clases altas; 45% cree que el virus no sobrevive en climas cálidos, 41% sigue creyendo que la enfermedad se transmitió a los humanos a través de un murciélago, que los chinos crearon el virus para afectar a otros países y 37% que el alcohol es más efectivo que el jabón para eliminar el virus.

El leer esta clase de noticias sin las herramientas ni la información necesaria, puede generar comportamientos de seguridad y control excesivos. Hace unas semanas se difundió que algunas personas estaban abusando del uso del cloro para sanitizar espacios con lo que afectaban su sistema respiratorio volviéndolo más vulnerable al contagio de COVID-19..

En contraste, 20% de los encuestados cree que las mascotas pueden transmitir el coronavirus, por lo que no sorprende que los dueños de perros y gatos comenzaran a lavar con cloro las patas de sus mascotas, generándoles también un daño en su piel.

En la misma encuesta, se encontró que el 36% de los participantes cree que el coronavirus se propaga a través del aire, así que es altamente probable que este segmento de la población tenga miedo de siquiera salir al balcón de su casa sin cubrebocas, medida en la que las diferentes naciones y organizaciones a nivel mundial, no han reforzado de manera contundente e informativa ante la población.  

Éstas son sólo algunas de las noticias que circularon ampliamente durante las últimas semanas, generando un exceso de información que instancias como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han denominado como “infodemia”, una epidemia de información en tiempo real con potencial de afectar la conducta y emociones de quienes se ven envueltos en ella. 

Foto: Pixabay.

La psicología y neuropsicología han comprobado que este tipo de noticias también activa una respuesta de alarma en el organismo, lo que puede provocar ansiedad, preocupación, miedo, angustia, depresión y respuestas irracionales, de defensa y conservación.

Recientemente, un audio comenzó a circular por WhatsApp para alertar de que el gobierno rociaría un líquido con coronavirus para infectar a las poblaciones. En Chiapas, en el municipio de Venustiano Carranza, un rumor similar advirtió que drones estaban dispersando sustancias tóxicas, a manera de “ataque químico” para acabar con la vida de las personas del municipio, lo que provocó disturbios, incendios y saqueos. 

Por lo anterior, no es posible pasar por alto esta problemática en el ámbito digital, pues su impacto deriva en la realidad del mundo físico. La mejor vacuna y remedio para estas afectaciones siempre será la información de fuentes verificadas y entender que todo lo que perciben nuestros sentidos tiene potencial de configurar nuestras acciones.

* Jessica García Pacheco es Directora de proyectos en IPM, Investigación Estratégica Social.

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Encontrar lo extraordinario en lo ordinario puede ser un factor para enfrentar lo desconocido

Una época “tan única” como la que se vive, muy posiblemente requiera el contemplar las situaciones de manera diferente, especialmente cuando no existe ningún guión previo en un contexto marcado por el coronavirus

Dejar de asumir lo cotidiano como familiar, toma sentido cuando dentro de la misma experiencia existe una perspectiva de cómo lo vivimos. Esto significa quitarse las gafas de lo familiar y comenzar a usar las de “lo desconocido”, por supuesto como lo haría cualquier buen explorador, por partes, y no en su totalidad.

Dentro de ese contexto, la NYU Shangai es la primera universidad de investigación chino-estadounidense fundada en 2012 por la Universidad de Nueva York y la Universidad Normal del Este de China, con apoyo de la ciudad de Shangai y del distrito de Pudong. En dicha casa de estudios, el economista Adam Brandenburger es director del programa de Creatividad e Innovación, quien recomienda que es importante mirar al mundo de maneras diferentes a cómo las ven las demás personas, pues ello representa una forma de encontrar oportunidades en donde otros las pierden. 

Brandenburger enfatiza la relevancia de mirar lo que nos rodea de maneras que escapan a otras personas, ejercicio para el que recomienda la “desfamiliarización”, a fin de llegar al proceso de crear una continuidad distinta para que el flujo de perspectivas genere una nueva visión. Como buen docente y economista, Adam invita a que desfragmentemos el mundo en el campo que nos encontremos: las artes, los negocios, en casa, desde el colegio a fin de encontrar lo revolucionario y lo nuevo en cada uno de sus detalles. El académico también nos comparte una estupenda referencia en la que recuerda aquella vez en la que el famoso investigador Sherlock Holmes le dijo a Watson: “Tu ves, pero no observas”.

Foto: Pixabay.

Conforme a lo recomendado por Brandenburger, el esfuerzo no sólo reside en pensar, sino también en ver las situaciones de manera diferente y, con base en el contexto que se vive por la pandemia de la COVID-19, ello puede constituir uno de los caminos para hacer frente a esta experiencia para la que no existe guión previo. 

A lo largo de los últimos meses, el entorno contemporáneo se ha caracterizado por el aumento de la incertidumbre, misma que parece ser el común denominador de los estados mentales a nivel mundial, en los que la ansiedad, el miedo y el estrés son los dictadores mayormente identificados en la población afectada. Una época “tan única” como la que se vive, muy posiblemente requiera el encontrar lo extraordinario en lo ordinario como factor para enfrentar lo desconocido en un contexto marcado por el coronavirus.

Los pensamientos y sentimientos formarían entonces parte del reto y un arma para revertir los efectos de la incertidumbre, sus orígenes y derivados. Es entonces que el camino de observar las situaciones con ojos nuevos que comparte Brandenburger podría ser una oportunidad, sino mágica, sí gradual de cambiar las visiones, hábitos y experiencias en las que opera nuestro cerebro.

Foto: Pixabay.

En contraste, dentro de las escenas de racismo, clasismo y delincuencia policiaca que se han vivido en diferentes partes del mundo durante las últimas semanas, encontramos a Septima Clark, a quien Martin Luther King consideró como madre del movimiento de los derechos civiles en EEUU. Clark es conocida por combatir de manera pacífica la discriminación racial, así como por crear las Escuelas de Ciudadanía, no con el mero objetivo de que la población afroamericana contara con los conocimientos básicos como el saber leer o escribir e incluso empoderarse, sino para votar.

Katherine Mellen Charron, una de las biógrafas y especialistas sobre la vida de Clark, subrayó en entrevista para la BBC de Londres que las escuelas creadas por la educadora y activista ayudaron a cambiar por dentro a las personas que formaron parte de ellas, no porque éstas les dieran un discurso inspirador que les empujara a arriesgar sus vidas y sustentos, sino porque abordaban problemas de su vida cotidiana, ganando capacidad para hacer cambios dentro de ella.

Contar con una mente clara y decidida, especialmente en tiempos de caos, es un acto ya de por sí disruptivo, pues requiere de habilidades para colaborar y canalizar energías hacia el cuidado de los demás, incluso cuando la atención hacia uno mismo es ya el primer reto y tarea de transformación.

Foto: Pixabay.

¿Cómo has enfrentado tus miedos y experiencias? Charron señala que el cambio requiere tiempo y, especialmente, resistencia. 

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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