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Formas en las que tu salud mental se relaciona con tu salud reproductiva

La salud reproductiva y la salud mental son temas que pocas veces se relacionan, pues no se piensan desde la política pública como una mancuerna para atender y prevenir factores biopsicosociales que crean puntos débiles y una mala salud mental para nosotras, las mujeres.

Cuando los servicios públicos de salud son muy limitados, somos testigos de cómo van dejando al último algunos problemas de salud mental y/o problemas reproductivos, que a la larga comprometen de diferentes maneras el bienestar del sector femenino. Ouch.

Por ello, es importante recordar que la salud mental está influenciada por circunstancias sociales en las que las mujeres tenemos un mayor riesgo de problemas de salud, ya sea porque nos enfrentamos a una gran carga familiar, a problemas de pobreza y a poca influencia en decisiones financieras.

Para cachar mejor la idea, es importante explicar entonces qué son los factores biopsicosociales, pues éstos influyen en el bienestar y en el desenvolvimiento de una persona cuando se habla de enfermedades, trastornos o de sus discapacidades.

Los factores biopsicosociales se dividen en tres tipos: los biológicos, relacionados a la genética y a lo físico; los sociales, que tienen que ver con el contexto cultural, entorno familiar, relaciones sociales y condiciones socioeconómicas; los psicológicos, como conductas, pensamientos y emociones.

Ilustración: Vía Julia Kotowski.

Comprenderlos ayuda a entender por qué crean vulnerabilidad y tendencia hacia una mala salud mental, pues suponiendo (por ejemplo) que se trata de un factor psicosocial relacionado a las condiciones socioeconómicas, hablamos de una persona que no tiene suficiente dinero o ingresos para acudir al médico y que, por ende, necesita de contar con programas que mitiguen los efectos negativos en su salud física y mental (estar enfermo no está muy padre que digamos).

Podemos encontrar un ejemplo actual en los casos de depresión posparto y en la reducción de la lactancia, que a su vez, explican los retrasos en el desarrollo que se observan en niños nacidos de mujeres con depresión, durante y después del embarazo. El estudio realizado por la Doctora Diane L. Putnick y publicado en la revista Journal of Affective Disorders, concluye que los médicos pueden reducir este riesgo ofreciendo tratamiento para la depresión durante y después del embarazo, además de asesorar a las nuevas mamás sobre cómo dar pecho a sus bebés con éxito.

Foto: StockSnap vía Pixabay.
Foto: StockSnap vía Pixabay.

Salud reproductiva y salud mental

La salud reproductiva es la capacidad de cada persona de tomar decisiones informadas, libres y responsables respecto de su reproducción, por lo que significa que tiene derecho a decidir información y acceso a métodos anticonceptivos seguros, además de acudir a servicios de salud que le ayuden a seguir procesos reproductivos sanos y seguros.

Los problemas de salud mental pueden desarrollarse como consecuencia de problemas o eventos de salud reproductiva, como lo pueden ser la falta de elección en decisiones reproductivas, el embarazo no deseado, el aborto no seguro, las complicaciones de embarazo, las infecciones de transmisión sexual, la infertilidad, por mencionar algunos. 

Cuando tomamos en cuenta que la salud mental y emocional juegan un papel importante en la toma de decisiones sobre la salud reproductiva, su resultado puede influir en la capacidad de una persona para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual, su salud reproductiva y en su acceso a atención médica. 

Una perspectiva que resalta la intersección entre salud reproductiva y salud mental de manera negativa, es la violencia obstétrica, que es una forma de violencia de género normalizada y muy invisibilizada en la que las mujeres experimentan algunas o varias de las siguientes situaciones al recibir atención en los servicios de salud: maltrato físico, humillación y abuso verbal, procedimientos autoritarios para imponer un método anticonceptivo o para realizar una cesárea, violación a la confidencialidad, violación a la privacidad, obtención de consentimiento de forma involuntaria o con deficiencia de información, negación al tratamiento, detención de mujeres y recién nacidos por imposibilidad de pago.

Entender cómo la vulnerabilidad afecta a la salud mental y a la salud reproductiva, nos da una visión más clara sobre la calidad de vida que puede tener una persona conforme a los servicios sanitarios a los que tiene acceso. Lo mismo ocurre en el marco legal, respecto de los derechos a la igualdad, a la no discriminación, a la información, a la integridad, a la salud y a la autonomía reproductiva, a fin de eliminar todas las formas de discriminación contra la mujer.

Vivir violencia obstétrica puede tener efectos duraderos en la percepción de la maternidad, la autoestima y la relación con el bebé recién nacido. Por supuesto que también puede contribuir a la perpetuación de la desigualdad de género y aumentar el riesgo de problemas de salud mental, como la depresión posparto y el estrés postraumático.

Foto: Zheng shi vía Pixabay.
Foto: Zheng shi vía Pixabay.

Vulnerabilidad y tendencia a una mala salud mental

La comprensión de la vulnerabilidad poblacional necesita no sólo de expertos en el tema, sino también de una ciudadanía informada sobre la importancia de una salud más inclusiva y sensible a las realidades individuales y contextuales, una ciudadanía que sabe que se beneficia de visiones completas y equitativas sobre las necesidades de las personas en situación de riesgo, a fin de que nadie se quede atrás al recibir servicios públicos de salud.

Cuando no se cuenta con los servicios de salud pública adecuados, se vive mayor marginación y a la vez, no se diseñan, ni se coordinan, ni se evalúan las acciones necesarias para enfrentar problemas de política pública sanitaria. Mucho menos se ven movimientos políticos traducidos en acciones que generen cambios en la vida de la ciudadanía.

Aspectos de la salud mental en la salud reproductiva femenina

«Mental health aspects of women´s reproductive health« contiene toda la evidencia disponible en relación entre la salud mental de las mujeres y aspectos relacionados a su salud reproductiva. Esta investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluye a países de ingresos altos, medios y bajos, en la que sugiere a las autoridades de salud la promoción de políticas públicas, la creación de programas y la reorientación de los servicios para satisfacer las necesidades de salud mental de las mujeres durante su vida reproductiva.

Entre los temas que aborda el estudio y, de los que poco se habla en las instituciones públicas, se encuentran: la mortalidad materna, la morbilidad prenatal, la morbilidad posparto, el desarrollo infantil y la relación madre-hijo, así como las muertes maternas por violencia infligida.

Básicamente la investigación de la OMS explora las maneras en las que la salud mental de las mujeres se intersecta con su salud reproductiva, desde la interconexión de género y los derechos humanos, especialmente los derechos reproductivos.

Foto: Lorri Lang vía Pixabay.
Foto: Lorri Lang vía Pixabay.

Abandonar los estigmas sociales

Si alguna vez te sentiste o te hicieron sentir loca porque mencionaste que tu salud reproductiva afectaba tu salud mental, querida, no estabas en ningún error, especialmente cuando los contrastes crecen de manera significativa entre países industrializados y países en vías de desarrollo en materia de servicios de salud reproductiva, con base en el estatus social de las personas o de la ciudadanía en general.

Recordemos que los servicios de salud reproductiva deberían incluir: acceso a la contraconcepción, atención prenatal, instalaciones seguras en las que se pueda dar a luz, así como personal capacitado para brindar atención durante el embarazo, el parto y el posparto; el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual, incluído el VIH, el tratamiento de la fertilidad y la atención a mujeres con embarazo no deseado.

La falta de oportunidades o de entera participación en actividades económicas y académicas, le resta poder a las mujeres, especialmente en países en vías de desarrollo, en los que la relación entre salud mental y salud reproductiva no se toman en cuenta e imponen una carga considerablemente mayor en la vida de las mujeres.

La humanización, profesionalización y actualización de los servicios de salud es entonces la clave de una buena relación entre la salud mental y la salud reproductiva, mismas que deben ser atendidas y relacionadas de manera integral considerando también la salud física, a fin de lograr un bienestar completo, una buena relación de las personas con su propio cuerpo y, por supuesto, confianza en los profesionales de la salud

Fuentes: 

Putnick, D.L. (2023, 01 de marzo). Maternal antenatal depression’s effects on child developmental delays: Gestational age, postnatal depressive symptoms, and breastfeeding as mediators. Journal of Affective Disorders. https://tinyurl.com/29qnzcp9 (Putnick, 2023).

Grupo de Información en Reproducción Elegida, GIRE (2020). Atención de la salud reproductiva. Respuestas a preguntas frecuentes. https://tinyurl.com/26obmbrl (GIRE, 2020).

Grupo de Información en Reproducción Elegida, GIRE. Capítulo 4. Violencia Obstétrica. https://tinyurl.com/28kzag2g

Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, CDHCM. (2023, 19 de enero). Boletín 06/2023. CDHCM celebra sentencia de la COIDH que reconoce por primera vez la violencia obstétrica como una forma de violencia basada en el género. https://tinyurl.com/28ugpgah (CDHCM, 2023).

Instituto Nacional de Salud Pública, INSP. (2019, 25 de noviembre). La violencia obstétrica también es violencia contra la mujer. https://tinyurl.com/22nh38w5 (INSP, 2019).

Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN. Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por us siglas en inglés). https://tinyurl.com/29ymph4g

Astbury, J; Cabral de Mello, M;  Cottingham, J; Fisher, J; Izutsu, T y Pinel, A. (2009). Mental health aspects of women’s reproductive health. A global review of the literature. World Health Organization and United Nations Populations Fund. https://tinyurl.com/2d4hxbwd (WHO/ UNFPA, 2009).

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Esquizofrenia y rock and roll: Bruce Springsteen, la reinvención y la sanación en escena

Bruce Springsteen, ha vivido siempre del rock and roll, pero éste ha sido su aliado para reinventarse y abrazar la sanación de un pasado en el que la esquizofrenia amenazó su existencia.

Originario de Nueva Jersey, Estados Unidos, Bruce Springsteen es conocido por ser compositor y cantante, o por el apodo de “El Jefe”, debido a que en su primera banda sus integrantes lo llamaban así, pues era quien llevaba su administración y conducía las giras. Al saltar a la fama, los medios descubrieron el nickname y todo mundo comenzó a llamarlo “The Boss”.

Recientemente “El Jefe” se hizo de un nuevo podcast “Renegades: Born in the USA” (“Renegados: Nacidos en Estados Unidos”), que es el nombre que lleva la producción en Spotify, en la que hace dupla con el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama; con aun contados episodios, el podcast habla sobre los viajes de corte personal y profesional que han hecho, así como de paternidad y de raza.

Imagen: Bruce Springsteen en los Tony Awards 2018.

El papá de “El Jefe” tenía esquizofrenia

Justamente, en el primer episodio del podcast en el que hace dupla con Obama, Bruce Springsteen hizo una breve referencia a su infancia y de lo compleja que fue en varios momentos, debido a la esquizofrenia que su padre sufría. Realmente, no entendía por qué su papá lo relegaba tanto, casi no le hablaba y cuando lo hacía, era para insultarlo o encararlo a golpes. Fue muchos años más tarde que supieron cuál era su condición y muchas cosas de su pasado comenzaron a “hacerle click”.

En el inter, cuando Bruce tenía 32 años tuvo su primera crisis mental, corría el año de 1982 y el cantante se encontraba en un viaje de Nueva Jersey hacia Los Ángeles para presentar un disco nuevo. En una de las paradas, en Texas, el desastre vino y, a partir de esa profunda tristeza que comenzó a sentir decidió atenderse, y hoy, lleva 39 años medicándose para sobrellevar la enfermedad mental que padece.

Imagen: Bruce Springsteen en el show de Jimmy Fallon.

El documental “Springsteen on Broadway” de Netflix, se derivó de la serie de conciertos que el músico presentó en el Walker Kerr Theatre de Nueva York de 2017 a 2018, con un total de 236 presentaciones a petición del público. A través de este documental, Bruce no sólo ofrece anécdotas sobre sus canciones, sino también un bosquejo de lo que ha sido lidiar a lo largo de su carrera y de su vida con una enfermedad mental. Incluso la revista Esquire, tras entrevistarlo en 2018, calificó al concierto como “un monólogo dramático puntualizado por sus canciones”.

Otro dato, para quienes recién se acercan al perfil de Springsteen, es que “robó” la esencia de su padre para sus conciertos, armando su presencia rockera con la ropa de obrero que su viejo solía usar. Se reinventó y, tras años de vivir aterrorizado de “llevar” los mismos demonios de su padre, le hizo un homenaje a su identidad a través del arte, de la música y de la narración de la historia de su país.

Imagen: Bruce Springsteen.

Neurociencia y esquizofrenia

En una entrevista para el sitio británico de noticias “The Guardian”, el profesor Sir Michael Owen, director del Centro de genética y genómica de la Universidad de Cardiff, señaló a finales de 2019, que la mutación de genes es clave para el tratamiento de la esquizofrenia, pues ésos cambios evolutivos en el cerebro son la raíz de los trastornos mentales graves.

A su vez, comentó que los trastornos psicológicos como la esquizofrenia seguirán afectando a la humanidad, ya que continuamente, tanto hombres como mujeres, generan mutaciones genéticas que interrumpen el desarrollo del cerebro

Para Owen, la esquizofrenia se mantiene en su nivel actual debido a que, de manera espontánea, se generan  nuevas mutaciones que predisponen a las personas a la enfermedad. Conforme al especialista, un conjunto de mutaciones se elimina de la población durante cinco a 10 generaciones, aunque es reemplazado por un nuevo conjunto de mutaciones; a ello suma los factores ambientales como las infecciones intrauterinas o las complicaciones de parto.

El primer estudio genómico sobre esquizofrenia

La revista Nature publicó en febrero de 2020  un artículo que habla sobre cómo los estudios genéticos sobre las enfermedades mentales se han hecho mayormente a personas con ascendencia europea, cuando el primer estudio genómico sobre la enfermedad en africanos revela genes rotos.

Los estudios sobre la población africana revelaron que las mutaciones se encuentran principalmente en genes que son importantes para el desarrollo del cerebro  y su sinapsis, estructuras muy pequeñas que coordinan la comunicación entre las neuronas. Esta última investigación es relevante, pues África representa a una gran brecha  poblacional que los genetistas han estudiado.

En entrevista para Nature, el genetista psiquiátrico Andreas Meyer-Linderberg, director del Instituto Central de Salud Mental en Manheim, Alemania, señaló que la investigación apoya las hipótesis actuales sobre los orígenes biológicos de la esquizofrenia  que puede causar diferentes síntomas como: alucinaciones, delirios y trastornos del pensamiento. Cada mutación representa un riesgo  de desarrollar la afección, por lo que la interrupción de las sinapsis podría ser decisiva en el desarrollo de la enfermedad.

Por ello, los estudios en poblaciones diversas ofrece un mejor y más amplio rango de investigación para construir una imagen más completa de las enfermedades, en los que la población de origen africano como grupo, ofrece genomas mucho más diversos, pues albergan un sin fin de variantes genéticas únicas, debido a que la gran mayoría de la evolución humana tuvo lugar en África.

Esquizofrenia en México

Conforme a un estudio del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM) en México, las necesidades  y el uso de servicios de la población con trastornos mentales graves (TMG) requiere de actuación específica en materia de salud y de políticas de protección financiera adaptada a sus necesidades de atención.

Las personas con TMG, como la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos necesitan de tratamiento, principalmente en la etapa de la juventud, pues se asocian con hospitalizaciones recurrentes, además de requerir apoyo de la comunidad y de presentar muy bajo funcionamiento social, pérdida de productividad y elevadas tasas de desempleo. Por ende, que la vida de estos pacientes mejore, depende en gran medida de un tratamiento temprano e integral.

A pesar de la relevancia que conlleva el tratamiento de las personas con TMG, millones de ellas no acuden a consulta por el gran estigma que existe aún sobre las enfermedades mentales o por la falta de servicios de atención de salud mental.

Los especialistas del INPRFM señalan que en el país la brecha de tratamiento para este tipo de pacientes es de 80%, en contraste con el 40% existente en países de ingreso alto, lo que retrata un grave problema de salud pública; también hacen hincapié en que México es uno de los países en los que se observa un mayor porcentaje de personas con trastornos mentales graves, especialmente esquizofrenia, población que se atiende a través de servicios hospitalarios psiquiátricos en un 26.5% y con mínima atención en los servicios ambulatorios de todas las unidades médicas que cuentan con ellos (5.5%), así como nula atención primaria o servicios comunitarios.

Cuando se habla de servicios ambulatorios, se hace referencia a pruebas o procedimientos médicos que pueden llevarse a cabo en un centro de salud, sin que eso implique que el paciente tenga que pasar la noche ahí. En ese sentido el INPRFM destaca que en el país aproximadamente el 50% de las personas con TMG lo hacen en servicios hospitalarios de tercer nivel de atención, es decir, en servicios especializados que por lo general se encuentran en hospitales psiquiátricos, independientemente de la severidad del trastorno mental y ello aumenta los costos del tratamiento.

Sin embargo, actualmente, la atención de personas con trastornos mentales graves, está pasando de un modelo de atención hospitalario (o de corte institucional) a uno de establecimiento de servicios de atención primaria, que respondan a las necesidades del paciente y de su familia para la inclusión social. La Organización Mundial de la Salud (OMS) exigió un aumento en la cobertura de servicios para los TMG al menos de 20% para 2020, sin embargo, el inicio de la pandemia de COVID-19 ha mermado los servicios de atención a la salud pública, impactando diferentes frentes, entre ellos, el de la salud pública mental.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Razones por las que tu salud mental y derechos humanos van de la mano

Debe existir una consulta y acercamiento a la gente para saber sus problemáticas, tarea de la que ya existen talleres con dispositivos de información que intervienen, forman e integran a las personas en respeto a sus garantías individuales

Atender 24/7 a familiares con discapacidad psicosocial puede resultar totalmente imposible en miles de hogares mexicanos, por lo que el Estado mexicano está obligado a generar condiciones para que las personas puedan decidir cómo, con quién y de qué manera tomar las riendas de su vida, para los que debe existir una política de estado y no dejar toda la responsabilidad en las familias, comentó Carlos Ríos Espinosa, investigador de Human Rights Watch para W Radio el pasado 27 de julio.

Finalmente la iniciativa de Ley de Salud Mental promovida por la bancada del Partido del Trabajo no logró colarse en sesión extraordinaria al Pleno del Senado el pasado 28 de julio en gran parte gracias a personas, organizaciones no gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil que luchan y están al día sobre el tema como lo son Documenta, Cencos, Yo También, Clínica Condesa, Disability Rights International (DRI México), entre otras.

Foto: Pixabay

Sin embargo, el hablar sobre salud mental a través de leyes y de políticas públicas más claras a penas comienza a esbozarse en el panorama mexicano cuando el regularla se convierte en un diálogo previo que ayude a conocer  a fondo el entorno que rodea al tema, sus implicaciones e impactos y dónde se ponen los dineros, pues en salud mental se gasta poco y se gasta mal. Al respecto, Ángel Salvador, coordinador de Prevención de la Tortura en la organización civil Documenta expuso que:  «Hay que dar importancia al primer nivel de atención y tomar en cuenta que se necesitan ley y buenas políticas públicas, así como inversión en salud mental, especialmente cuando sólo el 2% del presupuesto de salud se destina a salud mental».

Conforme a Carlos Ríos, gran parte de ese 2% se invierte en psiquiátricos, como si todo el problema residiera en la institucionalización de las personas, cuando existen otras aristas como el que una persona pueda tener una dificultad psicosocial y requiera ese tipo de apoyo, mas no de internamiento y para ello se requiere que el presupuesto agendado se distribuya en los lugares necesarios.

Por su parte, el especialista en justicia para personas con discapacidad, Víctor Lizama enfatiza que el proceso de iniciativa de Ley de Salud Mental puede comenzar en el Senado, pero debe existir una consulta y acercamiento a la gente para saber sus problemáticas, tarea de la que ya existen herramientas que fortalecen esos vínculos de comunicación como lo son los talleres con dispositivos de información que intervienen, forman e integran a las personas en respeto a sus garantías individuales, de otra forma sólo sería simulación.

Políticas Públicas en Salud Mental

La lección que dejó la batalla a favor de una salud mental con derechos es que se requiere de una política integral de respeto a éstos, para lo que se requiere una visión más amplia no solamente en casos graves, pues hay matices que deben ser atendidos evitando a toda costa el ir en contra de la  dignidad de las personas. De haberse aprobado la Ley Bañuelos en el Senado, Ríos Espinosa comentó que ello hubiera implicado problemas de afectación a la libertad de las personas, la ausencia de derechos humanos y detenciones arbitrarias con el mero hecho de que alguien considerara que una persona tuviera un trastorno, al grado en que la privación de su libertad fuese de manera indefinida por parte del sector salud por más de 72 horas.

Otra tarea que deja el paro a la iniciativa Bañuelos es el tema de derecho a la salud mental de personas que se encuentran institucionalizadas en centros psiquiátricos, que además es actualmente peligroso al encontrarnos en medio de la pandemia de coronavirus. Dichas personas tienen derecho a vivir e incluirse en la comunidad, además de hacerlo en favor de su salud física y mental, por lo que la reforma que se logre en algún momento debe involucrar a todos los actores, como lo es el sector salud que en ningún momento dió su opinión en relación a la Ley Bañuelos, incluso cuando estuvo a un día de colarse al periodo extraordinario en el Senado.

Como tal la Ley General de Salud sólo dedica un párrafo a la Salud Mental y el tiempo para discutir sobre estos temas ha llegado e involucra también a quienes se encuentran en los ramos de la salud, de la academia, a los expertos, a las ONG´s y a las OSC.

Conforme a éstos últimos las iniciativas de ley relacionadas a la salud mental deben contar con un proceso de consulta extensa, que evite los internamientos involuntarios, a manera de que las políticas públicas relacionadas sean basadas en derechos humanos, así como en la visión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que comparte que las personas con discapacidades psicosociales pueden recobrar el significado y el sentido de su vida a través del proceso de recuperación y no de que son enfermos con síntomas psiquiátricos que no saben qué hacer de su vida y que por eso se les va a internar y abusar de ellos.

En ese sentido, Ríos Espinosa, señaló que es la inclusión con derechos y no sólo mirada médica y biomédica de tratamiento la que puede dar un enfoque más amplio para el que se necesita tiempo y estudios de cómo se logra cambiar política pública violaciones en contra de voluntad de las personas y en la legislación de la salud mental queda pendiente la Ley de Prevención del Suicidio que promovió la senadora Mónica Fernández Balboa en septiembre de 2019. 

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Fake news, COVID-19 y la lucha por nuestra mente

Conforme a la encuesta panel “Mexicanos ante el COVID-19” implementada por Inteligencia Pública y de Mercados- Quality Insight Research, los mexicanos no le creen a las instancias encargadas de preservar y promover su salud y la de sus familias

El periodo de contingencia sanitaria y aislamiento que ha enfrentado nuestro país y el mundo entero en estos primeros meses del año, ha intensificado el impacto negativo de las llamadas fake news o noticias falsas en la salud mental de las personas.

La difusión de este tipo de noticias a través de las diferentes redes de comunicación que existe, propicia la propagación de rumores e información no verificada y ello cumple con diferentes propósitos.

Según el emisor de ésta, las noticias tienen diferentes fines políticos, propagandísticos o publicitarios, motivo por el que llevan en sí un costo en el estado anímico de las personas que las consumen como contenido verídico y, que con base en ellas, toman decisiones en su vida diaria.

Foto: Pixabay.

Desde salir o no salir de casa, hasta mal dormir por temores infundados, el efecto de las fake news, puede derivar también en tomar medidas innecesarias o equivocadas en un intento por conservar la salud, especialmente cuando el temor y el pánico se apoderan de las mentes que cuentan con menos recursos emocionales e incluso informativos para hacerles frente.

Sin información de fuentes verídicas, sin redes de apoyo efectivas y un confinamiento que en ocasiones llega al hacinamiento en muchos de los hogares mexicanos, hablar de esta problemática y actuar con medidas que la confronten se vuelve imprescindible.

Conforme a la encuesta panel “Mexicanos ante el COVID-19” implementada por IPM-QIR (Inteligencia Pública y de Mercados- Quality Insight Research), los mexicanos no le creen a las instancias encargadas de preservar y promover su salud y la de sus familias.

El 12% de la población a nivel nacional aún duda de la existencia del virus SARS-COV2; dentro de este porcentaje de escépticos, las medidas de protección solicitadas por las autoridades federales y locales tienen bajo impacto. Aunado a esto, 70% considera que el gobierno oculta el número real de infectados por el coronavirus.Cabe señalar que la encuesta se aplicó de 12 al 14 de abril de 2020.

Infografía: Inteligencia Pública y de Mercados- Quality Insight Research (IPM-QIR) 

En medio de una situación de crisis como la que enfrentamos desde el mes de marzo, la desconfianza se propaga con mayor facilidad por el estado de incertidumbre que prevalece y si no se tiene confianza en la información oficial, es habitual que se busquen otras voces que respondan al sentido común, a lo que a la mente le hace más sentido.

Por si fuera poco, las teorías sobre el origen y alcance del virus también polarizan a la población que no cuenta con elementos para identificar si son verdad o mentira. Para 48% el coronavirus es una enfermedad de las clases altas; 45% cree que el virus no sobrevive en climas cálidos, 41% sigue creyendo que la enfermedad se transmitió a los humanos a través de un murciélago, que los chinos crearon el virus para afectar a otros países y 37% que el alcohol es más efectivo que el jabón para eliminar el virus.

El leer esta clase de noticias sin las herramientas ni la información necesaria, puede generar comportamientos de seguridad y control excesivos. Hace unas semanas se difundió que algunas personas estaban abusando del uso del cloro para sanitizar espacios con lo que afectaban su sistema respiratorio volviéndolo más vulnerable al contagio de COVID-19..

En contraste, 20% de los encuestados cree que las mascotas pueden transmitir el coronavirus, por lo que no sorprende que los dueños de perros y gatos comenzaran a lavar con cloro las patas de sus mascotas, generándoles también un daño en su piel.

En la misma encuesta, se encontró que el 36% de los participantes cree que el coronavirus se propaga a través del aire, así que es altamente probable que este segmento de la población tenga miedo de siquiera salir al balcón de su casa sin cubrebocas, medida en la que las diferentes naciones y organizaciones a nivel mundial, no han reforzado de manera contundente e informativa ante la población.  

Éstas son sólo algunas de las noticias que circularon ampliamente durante las últimas semanas, generando un exceso de información que instancias como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han denominado como “infodemia”, una epidemia de información en tiempo real con potencial de afectar la conducta y emociones de quienes se ven envueltos en ella. 

Foto: Pixabay.

La psicología y neuropsicología han comprobado que este tipo de noticias también activa una respuesta de alarma en el organismo, lo que puede provocar ansiedad, preocupación, miedo, angustia, depresión y respuestas irracionales, de defensa y conservación.

Recientemente, un audio comenzó a circular por WhatsApp para alertar de que el gobierno rociaría un líquido con coronavirus para infectar a las poblaciones. En Chiapas, en el municipio de Venustiano Carranza, un rumor similar advirtió que drones estaban dispersando sustancias tóxicas, a manera de “ataque químico” para acabar con la vida de las personas del municipio, lo que provocó disturbios, incendios y saqueos. 

Por lo anterior, no es posible pasar por alto esta problemática en el ámbito digital, pues su impacto deriva en la realidad del mundo físico. La mejor vacuna y remedio para estas afectaciones siempre será la información de fuentes verificadas y entender que todo lo que perciben nuestros sentidos tiene potencial de configurar nuestras acciones.

* Jessica García Pacheco es Directora de proyectos en IPM, Investigación Estratégica Social.

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Los gobiernos a nivel mundial sólo destinan 2% de su presupuesto a la salud mental

Conforme al secretario general de la ONU, António Guterres, las consecuencias de no atender dicho sector equivalen a gastos de más de un billón de dólares anuales, por lo que recomienda implementar estrategias de salud mental que contrarresten a la COVID-19

La pandemia ha cambiado en esencia a diferentes sectores como lo es el de la ciencia, en el que como lo ha señalado la revista The Economist, “se va cosechando del torbellino” apostando quizá porque a largo plazo cambie la manera en cómo ésta se publica permanente. 

Casi lo mismo aplica para el sector alimenticio que, a nivel mundial y a lo largo de las décadas, ha ido mostrando una gran interdependencia derivada de la conectividad; conforme a ello, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) señala que el coronavirus está afectando a los sistemas alimentarios mundiales, causando a su vez problemas en las cadenas de valor agrícolas a nivel regional, lo cual presenta riesgos para la seguridad alimentaria de los hogares. 

Sin embargo, un punto a favor es que, hasta el momento, no existe evidencia de que la COVID-19 pueda ser transmitida a través de la comida, aunque a raíz de las reglas de distanciamiento social, otro de los sectores agudamente dañados en materia económica lo ha sido el restaurantero del que la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) asegura que se podrían perder 300 mil empleos formales e informales de no existir incentivos para dicha industria.

Foto: Pixabay.

En lo relativo a la ciencia, de nueva cuenta The Economist comenta que el incremento de papers especializados en la investigación del SARS-COV-2 (coronavirus), se ha visto reflejado en más de 7,000 documentos que van de la virología hasta la epidemiología; respecto del sector alimenticio, específicamente en la cancha de los reguladores de seguridad alimentaria, la FAO asegura que se está velando por mantener a todos los trabajadores de las cadenas de producción y de suministro en un ambiente seguro y estable, pues éste es básico para evitar la escasez de alimentos.

Inocuidad alimentaria, que le dicen y que se refiere a las condiciones prácticas que preservan la calidad de los alimentos para prevenir la contaminación y las enfermedades transmitidas por el consumo de comida. En ésta trabajan la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrollando orientaciones políticas en diferentes aspectos y con base en el contexto que se vive por la COVID-19.

A pesar de ello, el problema que ha persistido incluso antes de que la pandemia fuera el monotema de conversación dentro de cada uno de nuestros círculos es el de la salud mental del que conforme a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) existe un aumento en los suicidios, las adicciones y del estrés, así como de la ansiedad y de la depresión debido a la pandemia. António Guterres, secretario general de la ONU en días pasados hizo un llamado a ayudar a a adultos mayores y a adolescentes pues éstos son los que más sufren del confinamiento que requiere el combate al virus.

Foto: Pixabay.

Hablando en cifras monetarias, Guterres señaló que además de la huella e incidencia negativa que tiene la COVID-19 en la salud mental, tanto la depresión como la ansiedad implican gastos de más de un billón de dólares anuales, motivo por el que ha alentado a los gobiernos del mundo a implementar estrategias de salud mental que contrarresten el impacto del coronavirus, pues este rubro sólo recibe el 2% de apoyo por parte de las autoridades competentes en la materia.

Crisis de ansiedad, depresión y angustia pueden agudizarse por el encierro que exige el combate a la pandemia, datos que la Secretaría de Salud ha documentado que existe un alza de 35 por ciento. El pasado 20 de mayo se celebró el Día del Psicólogo, en medio de una crisis de salud mental que deja ver un sin fin de fauces que no se originaron, sino que se desvelaron e incrementaron ante la crisis de coronavirus.

Respecto de la solución a dicha problemática, también han surgido iniciativas como “Cuida Tu mente” del Tec de Monterrey, que cuenta con un sitio abierto al público, así como con una línea abierta las 24 horas (800 813 9500) a fin de lidiar con el estrés y con las emociones que se acentúan en medio de la cuarentena.

Foto: Pixabay.

Igualmente, para aquellas personas que han perdido a un familiar a razón de la COVID-19, existe el portal Bordando Memorias desde el Corazón, que también cuenta con opciones de apoyo psicológico gratuito a través de Locatel, la Línea de Atención Psicológica Call Center UNAM, 911 Emergencias. Básicamente es un espacio de consuelo en el que también se pueden recibir textos, insertar fotografías o subir la música favorita de la persona fallecida a fin de promover la memoria familiar y compartir sus vivencias ante la imposibilidad de realizar actos funerarios debido a la contingencia sanitaria. 

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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