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Guía para principiantes de cómo ser mujer emprendedora en tiempos de COVID-19

Las conexiones, herramientas y redes son parte importante en los proyectos de construcción y generación de trabajo para las mujeres.

Sean realistas, pidan lo imposible” -Albert Camus.

Emprender el día a día en esperanza pareciera un reto, una meta a cumplir que, para tener impacto, necesita de algunos ingredientes. Ello, lleva a pensar en la vieja frase de un tío, que a la fecha dice: “El dinero no lo es todo, pero ¡ah! ¡cómo saca de problemas!”

El capital, por genial que sea, exige otra serie de elementos, no sólo para que se multiplique, sino también para que genere impacto; son las ideas y los procesos, que lleva la experiencia bajo el brazo, parte de esa receta. Haciendo una breve pausa, ¿cómo se construye ese camino para las mujeres? ¿De qué manera se dibuja hoy? 

Respecto de la construcción y generación del trabajo para las mujeres, ha de generar alternativas, pero especialmente vínculos, herramientas y redes para que la ola de proyectos que engendran, se concreten, echen raíz y den frutos. Dentro de esa fórmula, hay un elemento que la dirige y, ese es, el tiempo.

El dónde y cómo se posiciona el tiempo, puede ser condicionante para saber en qué momento se genera la precarización del trabajo de las mujeres. Entonces el objetivo es contar con herramientas para que eso no ocurra y, por el contrario, cuenten con autonomía económica a través de la construcción de negocios.

La receta va llevando, en cadencia, un suave susurro que pide saber a profundidad cuál es la historia de cada mujer, a fin de generar proyectos, no por necesidad, sino para que  tengan impacto y se levanten a la par. Es entonces que en la innovación de procesos, para cada mujer, el tiempo y las formas de trabajo llevan los siguientes elementos: identificar las áreas vulnerables para la región en la que se encuentren; la innovación en procesos de cadenas de valor; la producción, la comercialización, la entrega de su trabajo y, finalmente, el cambio, a través de ese producto único que más nadie tiene y que logra financiarse.

Foto: Pixabay.

Dentro de su círculo, posiblemente hayan encontrado mujeres pensando en su autonomía, quizás en medio de dificultades, atorones y miedos; a pesar de que, en innumerables ocasiones parezca que todo va en su contra, de cuando en cuando, pueden recordarles que tienen la posibilidad de llevar una vida vivible en la que pueden aprovechar la región geopolítica en la que se encuentren para generar fuentes de sostenibilidad en emprendimiento y colaboración.

Tejer alianzas desde el territorio geográfico (sin importar cuál sea), puede darles vida y tiempo en la cotidianidad. El siguiente reto es, entonces, que se generen ideas de cómo hacer las cosas, cómo hacerse tiempo y generar cambios para mejorar. Después, pensar en la rentabilidad y sustentabilidad (razones para defender) sus proyectos a través de una nueva cultura laboral que los haga rentables  y sostenibles (a lo largo del tiempo y sin agotar sus recursos).

Foto: Pixabay.

Capital, contactos, conciliación de ideas, geopolítica, tiempos y espacios para vincular saberes y redes de colaboración, son parte de la aritmética emprendedora. Pareciera pan comido, pero depende en gran parte de los tiempos libres con los que cuenta cada mujer. ¿Cómo se hacen tiempo las mujeres que conocen para cubrir sus proyectos en medio de todas las actividades que tienen pendientes? Compartan sus experiencias, en Sucursal Fauces son bienvenidas todas sus aportaciones.

Finalmente señalar que gran parte de este artículo se hizo gracias a la asesoría de Mariana C. Bertadillo, formadora feminista con 10 años de experiencia en procesos comunitarios.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Cómo la COVID-19 cambió la industria de los psiquiátricos en México para siempre

Caos, falta de insumos, iniciativas de ley sin consultas a comunidades afectadas, información y derechos humanos forman parte del contraste entre el pasado y la “nueva normalidad”.

Varios epicentros en relación al tema de salud mental siempre la hacen vigente y, en coyuntura con la abolición de la ley Bañuelos y de la pandemia de coronavirus, queda un tema pendiente a pesar de que en el Senado se haya parado el avance de una iniciativa de ley que no consideraba la dignidad ni los derechos humanos de las personas con discapacidad y problemas psicosociales.

Dicho problema “mixto” lo encontramos en psiquiátricos la semana pasada cuando en el hospital psiquiátrico “Rafael Serrano” de Puebla, en el que se encontraron 18 casos de personas contagiadas de COVID-19, de los cuales 15 eran asintomáticos y tres se encontraban con ventilación mecánica “evolucionando satisfactoriamente”, ello conforme a reportes del gobierno local. Sin embargo, la falta de protocolos en la atención a pacientes que se encuentran en hospitales psiquiátricos durante la pandemia ha desvelado más casos como el que reportó la periodista Kathya D´Artigues a finales de mayo de 2020.

Foto: Pixabay.

Se trataba de nada más y nada menos que de uno de los tres psiquiátricos más grandes de México, el hospital “Samuel Ramírez Moreno”, en el que para mayo se habían registrado 19 contagios y cuatro muertes ante la falta de pruebas, insumos e información: 16 eran pacientes, dos enfermeras y uno de los médicos del psiquiátrico. En contraste el director de dicho centro, Javier Bañuelos Arzac lo único que hizo durante ese momento fue ponerse un equipo de protección completo para después tomarse una foto en la sala de espera y compartirla en un chat, incluso cuando se reportó que nunca visita a los pacientes.

Tras los contagios, tanto internos como personal del hospital comenzaron a solicitar equipo de protección, que no recibieron mas que algunos médicos y enfermeras quienes recibieron sólo goggles y días después, material de mala calidad, entre los que destacaban batas desechables que al contacto con el agua se rompían, al grado en que parte del personal tuvo que comprar con su propio dinero el material necesario para poder atender a los pacientes. Lo preocupante para ellos, además de la falta de insumos, era que no contaban con las medidas necesarias para atender y prevenir casos originados por SARS-CoV-2, es decir, capacitación, problema para el que el director del psiquiátrico sólo se les recomendó que vieran la conferencia del subsecretario de Protección y Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell para “informarse” y saber qué se debía hacer. 

El caos que sufrió el hospital “Samuel Ramírez Moreno” básicamente fue documentado en un chat iniciado por su sindicato, cuyo personal ha lidiado con el coronavirus sin manuales, especialmente al tomar en cuenta que gran parte de ellos trabaja en diferentes hospitales y que, por ende, quienes se encuentran más expuestos a posibles contagios son los pacientes. Carlos Ríos, investigador de Human Rights Watch ya lo mencionaba la semana pasada, el atender 24/7 a familiares con discapacidad psicosocial puede resultar totalmente imposible en miles de hogares mexicanos, motivo por el que el Estado mexicano está obligado a generar condiciones para que las personas puedan vivir en pleno respeto a sus derechos humanos y con un trato digno.

Foto: Pixabay.

En relación a la falta de insumos, el director de Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud, Juan Manuel Quijada, aseguró que los centros contaron con ellos, pues un reporte lo avalaba, además de argumentar que desde febrero se había reunido con los directores de los hospitales a su cargo. 

La adopción por parte del Estado mexicano en relación a la Convención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidades en 2006 hace presente que las discapacidades mentales son omnipresentes, comunes y responsables de una proporción significativa de la discapacidad, sufrimiento, mortalidad y pérdida de productividad en la sociedad, hecho que comprueba que la carga para personas con discapacidades psicosociales y para sus familias es inmensa tanto en lo económico como en lo social.

Respecto de la industria de los psiquiátricos en México, la infiltración de la COVID-19 en sus espacios, pacientes, personal médico y personal sanitario ha venido a marcar aún más las desigualdades que se viven entre las comunidades con discapacidad psicosocial que, por si fuera poco, se enfrentan al recorte de recursos al sector salud por parte del gobierno en turno, así como a la ausencia de una política pública sobre licitaciones de medicamentos y contratos de distribución que en pacientes con cáncer, VIH y epilepsia han representado la falta de tratamiento o el cambio continuo de éste.

Foto: Pixabay.

En contraste, Elsevier, servicio de información en el área de Ciencias de la Salud, señala que los presupuestos para congresos de la industria de los psiquiátricos disminuirán debido a la participación cada vez menor de las farmacéuticas, ello como resultado de la economía global y de las regulaciones para combatir conflictos de intereses. Igualmente apunta que los journals o publicaciones científicas comienzan a sufrir los recortes, como el de publicaciones de la APA, tales como el American Journal of Psychiatry y el Psychiatry Services, afectados en mayoría por la disminución de propaganda médica. Sin duda la pandemia vino a enfatizar aún más las desigualdades que existen en diferentes sectores de la vida pública mundial y, en los mejores casos, a empoderar a la sociedad civil a estar al tanto de los cambios a favor y en contra de sus intereses para incidir sobre éstos.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Razones por las que tu salud mental y derechos humanos van de la mano

Debe existir una consulta y acercamiento a la gente para saber sus problemáticas, tarea de la que ya existen talleres con dispositivos de información que intervienen, forman e integran a las personas en respeto a sus garantías individuales

Atender 24/7 a familiares con discapacidad psicosocial puede resultar totalmente imposible en miles de hogares mexicanos, por lo que el Estado mexicano está obligado a generar condiciones para que las personas puedan decidir cómo, con quién y de qué manera tomar las riendas de su vida, para los que debe existir una política de estado y no dejar toda la responsabilidad en las familias, comentó Carlos Ríos Espinosa, investigador de Human Rights Watch para W Radio el pasado 27 de julio.

Finalmente la iniciativa de Ley de Salud Mental promovida por la bancada del Partido del Trabajo no logró colarse en sesión extraordinaria al Pleno del Senado el pasado 28 de julio en gran parte gracias a personas, organizaciones no gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil que luchan y están al día sobre el tema como lo son Documenta, Cencos, Yo También, Clínica Condesa, Disability Rights International (DRI México), entre otras.

Foto: Pixabay

Sin embargo, el hablar sobre salud mental a través de leyes y de políticas públicas más claras a penas comienza a esbozarse en el panorama mexicano cuando el regularla se convierte en un diálogo previo que ayude a conocer  a fondo el entorno que rodea al tema, sus implicaciones e impactos y dónde se ponen los dineros, pues en salud mental se gasta poco y se gasta mal. Al respecto, Ángel Salvador, coordinador de Prevención de la Tortura en la organización civil Documenta expuso que:  «Hay que dar importancia al primer nivel de atención y tomar en cuenta que se necesitan ley y buenas políticas públicas, así como inversión en salud mental, especialmente cuando sólo el 2% del presupuesto de salud se destina a salud mental».

Conforme a Carlos Ríos, gran parte de ese 2% se invierte en psiquiátricos, como si todo el problema residiera en la institucionalización de las personas, cuando existen otras aristas como el que una persona pueda tener una dificultad psicosocial y requiera ese tipo de apoyo, mas no de internamiento y para ello se requiere que el presupuesto agendado se distribuya en los lugares necesarios.

Por su parte, el especialista en justicia para personas con discapacidad, Víctor Lizama enfatiza que el proceso de iniciativa de Ley de Salud Mental puede comenzar en el Senado, pero debe existir una consulta y acercamiento a la gente para saber sus problemáticas, tarea de la que ya existen herramientas que fortalecen esos vínculos de comunicación como lo son los talleres con dispositivos de información que intervienen, forman e integran a las personas en respeto a sus garantías individuales, de otra forma sólo sería simulación.

Políticas Públicas en Salud Mental

La lección que dejó la batalla a favor de una salud mental con derechos es que se requiere de una política integral de respeto a éstos, para lo que se requiere una visión más amplia no solamente en casos graves, pues hay matices que deben ser atendidos evitando a toda costa el ir en contra de la  dignidad de las personas. De haberse aprobado la Ley Bañuelos en el Senado, Ríos Espinosa comentó que ello hubiera implicado problemas de afectación a la libertad de las personas, la ausencia de derechos humanos y detenciones arbitrarias con el mero hecho de que alguien considerara que una persona tuviera un trastorno, al grado en que la privación de su libertad fuese de manera indefinida por parte del sector salud por más de 72 horas.

Otra tarea que deja el paro a la iniciativa Bañuelos es el tema de derecho a la salud mental de personas que se encuentran institucionalizadas en centros psiquiátricos, que además es actualmente peligroso al encontrarnos en medio de la pandemia de coronavirus. Dichas personas tienen derecho a vivir e incluirse en la comunidad, además de hacerlo en favor de su salud física y mental, por lo que la reforma que se logre en algún momento debe involucrar a todos los actores, como lo es el sector salud que en ningún momento dió su opinión en relación a la Ley Bañuelos, incluso cuando estuvo a un día de colarse al periodo extraordinario en el Senado.

Como tal la Ley General de Salud sólo dedica un párrafo a la Salud Mental y el tiempo para discutir sobre estos temas ha llegado e involucra también a quienes se encuentran en los ramos de la salud, de la academia, a los expertos, a las ONG´s y a las OSC.

Conforme a éstos últimos las iniciativas de ley relacionadas a la salud mental deben contar con un proceso de consulta extensa, que evite los internamientos involuntarios, a manera de que las políticas públicas relacionadas sean basadas en derechos humanos, así como en la visión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que comparte que las personas con discapacidades psicosociales pueden recobrar el significado y el sentido de su vida a través del proceso de recuperación y no de que son enfermos con síntomas psiquiátricos que no saben qué hacer de su vida y que por eso se les va a internar y abusar de ellos.

En ese sentido, Ríos Espinosa, señaló que es la inclusión con derechos y no sólo mirada médica y biomédica de tratamiento la que puede dar un enfoque más amplio para el que se necesita tiempo y estudios de cómo se logra cambiar política pública violaciones en contra de voluntad de las personas y en la legislación de la salud mental queda pendiente la Ley de Prevención del Suicidio que promovió la senadora Mónica Fernández Balboa en septiembre de 2019. 

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Lo que nunca te contaron de la ley de Salud Mental en México

La iniciativa de ley de salud mental en México es conocida como Ley Bañuelos por ser liderada por Geovanna del Carmen Bañuelos del Partido del Trabajo (PT), así como por parte de su bancada

Hablar de salud mental en un contexto marcado por la pandemia de coronavirus, en poco tiempo nos ha hecho saber que el impacto del encierro ha derivado en casos de depresión, de insomnio y de una sobre exposición a plataformas como Zoom, que han causado casos de cansancio y de hartazgo en entornos laborales o peor aún, de poca accesibilidad para poder avanzar en ambientes escolares.

Vivir en carne propia el encierro durante un largo e incierto periodo hace posible que cuestionemos las hospitalizaciones de pacientes con discapacidad psicosocial (psiquiátricos), sabiendo que un tratamiento efectivo no puede basarse en internamientos arbitrarios que rompan con los vínculos sociales o que no permitan a esas personas estar cerca de quienes aman.

Ilustración: Cortesía de Documenta A.C.

En entrevista para Sucursal Fauces, Diana Sheinbaum Lerner, coordinadora del Programa de Discapacidad y Justicia de Documenta, explicó que a nivel internacional los espacios de encierro, especialmente en un momento marcado por el coronavirus, se reportan como focos rojos, para lo que citó como ejemplo a los geriátricos europeos en los que el 50% de sus habitantes muere, primeramente por ser parte de la población de riesgo, aunque también en parte por la falta de espacio suficiente para mantener una sana distancia y evitar contagios de COVID-19. 

Sheinbaum Lerner señala que el compartir insumos y vivir en condiciones deplorables de higiene habría de generar acciones preventivas especialmente cuando se habla de espacios como los psiquiátricos en los que la iniciativa de Ley de Salud Mental propuesta por el Partido del Trabajo (PT) constituye no sólo una amenaza a los derechos humanos de los pacientes con discapacidad social, sino también un atentado en contra de su salud física y mental al no existir los espacios ni las condiciones para que éstos sean institucionalizados.

Ilustración: Cortesía de Documenta A.C.

Que los hospitales psiquiátricos estén al amparo de la pandemia, no habla de nada bueno, mucho menos cuando las organizaciones y defensores en favor de mejores servicios y leyes sobre salud mental, exponen que la Secretaría de Salud nunca se ha hecho responsable directa de los psiquiátricos y, por el contrario, reporta como responsables directas a las secretarías estatales. El resultado, no es el mejor, enfatiza Diana Sheinbaum, pues ello fragmenta instituciones y responsabilidades, además de evitar la transformación de la que nadie se ha hecho responsable, derivando en vacíos institucionales y en la falta de liderazgo.

Por ello, Diana Sheinbaum, señala que la Ley Bañuelos va en contra de los derechos humanos, además de cuestionar el hecho de que ésta llegara tan pronto al Pleno, dando señales de que alrededor de ella existe poco formalismo conforme a los procesos y lineamientos del mismo Senado. Es decir, cuestiona que si la iniciativa tuvo modificaciones ¿qué versión pudo haberse aprobado en ése inter, cuando primero tenían que votarla en la Comisión de Salud?

Conforme a dichas inconformidades e inquietudes Disability Rights International (DRI), Yo También, Documenta, así como otras organizaciones y defensores de derechos humanos han expresando su descontento, además de insistir en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU. 

Ilustración: Cortesía de Documenta A.C.

En México el modelo es psiquiátrico, de asilo, por lo que Documenta enfatiza que la transición va más allá del marco normativo, además de hacer hincapié en que no se necesita una reforma legislativa sino poner en práctica servicios de salud mental que se integren al primer nivel de atención, que significa que todas las personas cuenten con la oportunidad de que en sus centros de salud exista atención a la salud mental, asumiendo de una vez por todas que la salud mental no va separada de la salud física, tema que la iniciativa Bañuelos ignora.

Sin embargo sus omisiones no parecen tan inocentes, toda vez que se conforma como una iniciativa de Ley plagada de estigmas y de prejuicios en torno a la salud mental cuando sus impulsores tienen una visión de la condición del individuo limitada y una demanda de ley que estigma y segrega.

En 2014 es mismo CDPD de la ONU exhortó al Estado mexicano a eliminar las medidas de seguridad que implican tratamiento médico-psiquiátrico forzoso en internamiento y, en su lugar, promover alternativas que fueran respetuosas de los artículos de la Convención. También hizo la invitación a derogar la legislación que permitiera la detención basada en la discapacidad, así como asegurar que todos los servicios de salud mental se suministraran con base en el conocimiento libre e informado.

Los peligros de la institucionalización que promueve la iniciativa Bañuelos, conforme a Documenta, pueden derivar en:

  • Abusos a personas usuarias del sistema de salud mental como lo son niñas, niños y adolescentes
  • Detención arbitraria
  • Abuso físico
  • Abuso sexual
  • Esterilizaciones forzadas
  • Uso de sujeciones físicas
  • Uso de sujeciones químicas
  • Aislamiento
  • Negación de atención médica

En resumen, en un trato cruel, inhumano y degradante, tortura.

Dicha iniciativa está por ser votada el próximo miércoles 29 de julio en el Senado y ello constituye una violación a los derechos humanos de la que hay que estar al pendiente sabiendo que el encierro no es buen compañero para nadie.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Ley de Salud Mental en México, aprobación con serias implicaciones

Con esta ley cualquier familiar podría decidir sobre el tratamiento de una persona con alguna condición de salud mental e incluso internarlo sin considerar su voluntad, señalan asociaciones civiles como “Yo También” y “Documenta”

El pasado 24 de marzo la Comisión de Salud del Senado aprobó un dictamen para crear una Ley General de Salud Mental que asociaciones civiles apuntan como violatoria de derechos humanos, al corroborar que no construye servicios  de salud mental basados en la inclusión comunitaria y el pleno respeto de derechos humanos.

Estar al tanto de este tipo de iniciativas es un tema que nos compete a todos y no sólo por ser parte de la coyuntura de la pandemia que ha desvelado (aún más) el estado deplorable tanto de la salud pública, como de la salud mental pública en México. Las asociaciones civiles «Documenta» y «Yo También» subrayaron que la toma de decisiones que hizo el Senado en relación a cómo llevar las riendas de la salud mental a través de una Ley, fue por unanimidad, sin discusión de por medio y sin ningún tipo de consulta a la sociedad civil.

La Iniciativa de Ley fue propuesta por las senadoras Alejandra León Gastélum, de Morena; Joel Badilla Peña, Cora Cecilia Pinedo Alonso, Nancy de la Sierra Arámburo, Geovanna del Carmen Bañuelos y Miguel Ángel Lucero Olivas, estos seis últimos son integrantes del Partido del Trabajo (PT). Su objetivo es aprobar durante el segundo periodo extraordinario de sesiones del Congreso una iniciativa de Ley General de Salud Mental. La iniciativa ha sido liderada por la senadora Geovanna del Carmen Bañuelos, quien a recientes fechas ha ofrecido reuniones de trabajo con organizaciones que, tras su asistencia, resumieron que sólo es una mera pantalla que intenta ocultar que la voz de defensores de derechos humanos fue ignorada al aprobar la iniciativa.

Foto: Pixabay.

Justo los defensores de derechos humanos, han insistido en que dicha legislación debe ser detenida por la gravedad de algunos de sus planteamientos, pues básicamente promueve un modelo de atención basado en una visión biomédica que invisibiliza y aísla a las personas usuarias por verlas como objetos de tratamiento y no como sujetos de derechos, además de que viola derechos como el derecho a la igualdad y la no discriminación, al igual reconocimiento como persona ante la ley, los derechos a la libertad y seguridad, a la integridad personal y a brindar consentimiento informado previo a cualquier intervención.

Las personas usuarias y ex usuarias de los servicios de salud mental, colectivos y organizaciones defensoras son quienes han velado por los intereses de la ciudadanía al oponerse a la aprobación de dicha ley. Para ello, han exigido que sea detenida y, en su lugar, se escuche su propuesta de reformar la Ley General de Salud para construir servicios de salud mental basados en la inclusión comunitaria y el pleno respeto de derechos humanos.

Incluso Diana Sheinbaum Lerner, coordinadora del Programa de Discapacidad y Justicia de Documenta, comentó en entrevista para diferentes medios que su organización redactó una carta en la que buscó firmas de adhesión para parar los intentos de avance de esta ley, al considerar la continuidad que impulsa de un modelo de atención en el que las personas usuarias del sistema de salud cuentan con limitados derechos fundamentales, como lo es el decidir sobre su propio tratamiento. Sheinbaum Lerner enfatizó que con esta ley cualquier familiar podría decidir sobre el tratamiento de una persona con alguna condición de salud mental e incluso internarlo sin considerar su voluntad.

Foto: Pixabay.

Sin embargo, sí existen opciones toda vez que la misma Constitución mexicana lo avala a través del marco de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, sin contar que también es avalada por el Estado Mexicano. Por ello, los defensores en derechos humanos al tanto de la iniciativa señalan que la iniciativa no sólo es violatoria del artículo 12 sobre la capacidad jurídica, sino también en lo relacionado al número 14, que señala que no se puede privar de la libertad a una persona por tener una discapacidad.

Cuando el internamiento no es la única alternativa terapéutica, cuestionar este tipo de iniciativas forma parte de exigir servicios adecuados y respetuosos de los derechos de quienes los necesitan. Sin embargo, en México el eje de atención de salud mental ha sido por años el del hospital psiquiátrico, que es un modelo de asilo. Diana Sheinbaum señala que la transición puede darse más allá del marco normativo, no necesariamente a través de una reforma legislativa sino en la práctica con servicios de salud mental que se integren al primer nivel de atención.

Con primer nivel de atención se hace referencia a que sin importar en qué parte o estado de la República Mexicana se viva, toda persona cuente con acceso a la salud y que en cada centro sanitario, se cuente con acceso a tratamientos y atención indicada en materia de salud mental, especialmente cuando la salud mental, no va separada de la física, hecho que la iniciativa de Ley sigue sin tomar en cuenta.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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En la transformación de tu vida, tu cuerpo puede ser tu gran aliado

La pena, el miedo, los prejuicios, las condiciones físicas y el aislamiento, nos alejan de la transformación personal y, por ende, del cambio social, es entonces que el antídoto reside en el amor propio, empezando por la gran maquinaria que mueve a todos, el cuerpo

Sonya Renee Taylor es una activista humanitaria y de justicia social, además de fundadora del movimiento “El cuerpo no es una disculpa”, quien sostiene que para transformar al mundo se requiere el incómodo trabajo de transformarnos a nosotros mismos.

En un contexto como el que vivimos desde hace meses debido a la pandemia, una perspectiva como la de Taylor representa una herramienta valiosa por explotar, especialmente cuando se habla de impulsar el cambio social a través de la transformación personal. Sonya resalta en sus conferencias que gran parte de los cambios que ha logrado se dieron de manera accidental y, especialmente, dentro de áreas que le aterrorizaban, pero a través de las que miró los milagros ocurrir.

Siendo que somos humanos viviendo una experiencia humana, el concepto de “heroínas” y de “héroes” nos hace creer que existe una fórmula especial de la que unos pocos gozan, al tiempo que también nos provoca sentirnos solos, viviendo en aislamiento todo lo que nos ocurre, pensando en que es algo que sólo nos pasa a nosotros. En esos casos, Sonya Renee recomienda que se recuerde que se está viviendo una experiencia humana junto con otros humanos, pero especialmente, que tengamos en cuenta la fragilidad que nos compone, que nos une y que es parte de la jornada.

Foto: Pixabay.

“El cuerpo no es una disculpa” es un proyecto digital y una empresa hecha por Sonya Renee Taylor, misma que se dedica al cultivo del amor propio radical y al empoderamiento a manera de herramienta social y de transformación global. Ello, es motivo de que Taylor esté totalmente convencida de que no podemos cambiar al mundo, si primero no nos cambiamos a nosotras mismas (os), es decir, que no podemos salir a construir afuera lo que no hemos construído por dentro. Hacer la paz con nuestros cuerpos y los cuerpos de otros a través de la información, difusión y la construcción de comunidad, se puede adoptar en amor propio radical y traducirse en amor humano radical en acción y en servicio, pero especialmente en un mundo más equitativo y compasivo.

Si se analiza a fondo, el legado de esta activista humanitaria invita a estar consciente de que estar motivados desde el interior, provoca que se quieran hacer más cosas afuera; igualmente, mueve a saber que los cuerpos no son una disculpa de las carencias físicas que se tienen y que, al contrario, se cuenta con opciones para elegir. La vulnerabilidad y la empatía bajo este matiz, también es una invitación a preguntarse: ¿cuántas veces se ha usado al cuerpo como una disculpa para no merecer un lugar o una experiencia positiva?

Las narrativas de culpa, más allá de encapsular a las personas en un círculo continuo de miseria, pueden ser la excusa perfecta para plantearse y saber quién se es y, de una vez por todas, sentirse hermos@, sexy y poderos@, especialmente cuando el mundo afuera dicta quiénes habrían de ser y cómo verse para creer en ellos mismos. Sin embargo, cada individuo necesita contar con un espacio para sentirse bien, sin importar qué y es entonces momento de desvelar qué es lo que impide que ese bienestar provenga desde dentro: ¿pena? ¿miedo? ¿prejuicios? ¿aislamiento? ¿condiciones físicas? ¿condiciones de salud mental? Todos ellos mensajes de cómo el cuerpo de cada persona se presenta en el mundo y, en medio de todo ello, contar con la opción de vivir en un círculo interminable de excusarse de vivir con merecimiento para compartir las disculpas o de lanzarse a la experiencia de vivir el amor y la vida de manera radical.

Foto: Pixabay.

Hoy, Sonya Renee Taylor, podría ser su activista humanitaria favorita en el mundo, especialmente cuando recuerda que el amor propio no sólo cambia a las personas, sino que también es un pase para ir hacia el origen de las cosas, para tener nuevas ideas. “Un amor propio que se transforma, tiene el poder de cambiar nuestras realidades”, subraya Taylor. 

¿Alguien ha visto a un bebé preguntarse por qué tiene unas piernas muy gordas y, por qué no se le quitan? No, el bebé sólo disfruta de su estancia, entonces ¿cuándo se dejó ese enamoramiento y autoconfianza? Ese amor extremo que se necesita en tiempos extremos, como éste con toques de coronavirus por doquier, que necesita amor extremo para retar esas estructuras y experiencias extremas, sabiendo que los resultados de esa falta de amor propio no es sólo personal, sino de un mundo que le falta amor, una relación de empatía, justicia y compasión con otros cuerpos y que a su vez, tiene un impacto en lo político, en lo económico y en lo social. Taylor subraya que ése es el mundo que se vive ahora, un mundo al que le falta amor.

La invitación es encontrar ese algo que cambie y transforme lo político, lo económico y lo social en los sistemas en los que se vive como sociedad, teniendo en cuenta que la noción de amor radical es construir una manera de vivir diferente comenzando por uno mismo. A veces los sistemas nos engañan y nos hacen creer que son diferentes, pero en el fondo siguen siendo lo mismo. Es entonces que el amor propio se puede valer de ciertas herramientas para cambiar esos sistemas como lo son los medios, la tecnología, la justicia social, positividad corporal, desarrollo personal, economía y política, todo ello bajo un mismo marco: el amor propio radical para una transformación global.

Foto: Pixabay.

¿Por qué? Porque cómo una persona se siente, no puede estar separado de la justicia social, de la tecnología, de la economía, etcétera, pues pensar lo contrario sólo margina, al tiempo que empodera las visiones negativas de donde proviene. El contar con una perspectiva integral de uno mismo y del mundo, estimula el cambio social. La relación que se tiene de manera individual con el cuerpo, tiene un impacto personal, social y político.

La pena sobre el cuerpo, puede reconciliarse con el mundo en el que se vive a diario (género, raza, orientación sexual, estado mental actual). Los resultados de la opresión vienen desde los cuerpos y, conforme a esta autora, sin importar de la estructura de la que se hable, pues si algo se tiene en común entre las personas, es que todas cuentan con un cuerpo que vive una jornada diaria en la navegación del mundo.

Ejemplos de ello se han visto en el cotidiano a través del suicidio y la tasa que señala que los hombres son quienes más inciden en éstas; en las imágenes transmitidas por diferentes medios en las que se contempla que la juventud de color es más propensa a ser asesinada por la policía; en la violencia y odio que sufren las comunidades LGBTQ. Es el resultado de que la sociedad tenga conceptos negativos sobre esos cuerpos. ¿Cuántas presidentas y gobernadoras y líderes políticas han existido en el mundo, en comparación con el número de hombres que han detentado el poder? Y si extendemos la misma pregunta a otros sectores como: ¿cuántas personas con capacidades diferentes? ¿cuántas personas con una identidad de género distinta? Es decir, no vivimos problemas personales, son experiencias colectivas.

Foto: Pixabay.

El empoderamiento del cuerpo, empodera el mundo en el que se vive, pues va a favor de la paz, del respeto, del amor propio y de los principios de autonomía, al tiempo que desenmascara los ataques que van contra suya, de esas máquinas e imperios mediáticos que practican el terrorismo contra él. 

Finalmente, Taylor a través de su proyecto, comparte un texto de la filósofa y feminista estadounidense, Grace Lee Boggs: “La gente que está llena de odio en contra de sus opresores o aquella que sólo mira el ‘nosotros contra ustedespueden lograr una rebelión pero no una revolución. Por lo tanto, cualquier grupo que detente poder, sin importar qué tan oprimido sea, no va a actuar de manera diferente a sus opresores mientras no confronten los valores que han internalizado y, de manera consciente adopten diferentes valores.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Ser vulnerable en la nueva normalidad

Ante la reapertura paulatina de negocios en 18 estados de la República, los centros recreativos y las escuelas permanecerán cerrados, al ser los puntos que concentran más gente . Ser vulnerables podría ser nuestra gran arma secreta en este nuevo contexto

El próximo primero de julio en la ciudad de México se reabrirán los restaurantes y hoteles con aforo limitado a un 30% de su capacidad. Mientras que ¿adivinen? para los melancólicos de los tianguis, éstos volverán a operar el 2 de julio, seguidos de las peluquerías, que podrán abrir y dar servicio sólo con cita previa.

Los centros comerciales y tiendas departamentales, también se sumarán a la reapertura económica que ha implicado la COVID-19, el 6 de julio, ambos casos con aforos y horarios limitados. A este anuncio pronunciado por la jefa del gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, se sumó que los restaurantes afortunados que cuenten con terraza, podrán abrir en un 40% de su capacidad.

Pero si les urge rezar, las iglesias seguirán cerradas, al igual que los cines, los teatros, los museos, las salas de conciertos, los gimnasios, los bares, los antros, las escuelas, los parques de diversiones, las oficinas y los salones de eventos. 

Foto: Pixabay.

Para la próxima semana, estaremos viviendo en la fase de un semáforo naranja, que indica una reapertura paulatina que conlleva estrictas medidas sanitarias, sabiendo que la pandemia sigue. Son 18 estados los que arrancarán bajo este indicador: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Tanto en los estados con semáforo rojo, como en los que comienzan en naranja, el cubrebocas continúa como un elemento imprescindible en la llamada nueva normalidad.

Dentro de todo ese cúmulo informativo y de nuevas reglas por investigar y acatar ¿Qué es lo que extrañamos? ¿Bailar? ¿Beber y celebrar en gran compañía? ¿Conocer nuevos lugares y personas a través de la historia proyectada en una sala de cine? ¿Todo lo ha suplido Netflix? ¿Zoom? ¿El YouTube? Seguramente muchos de ustedes dirán que no, aunque también habrán encontrado nuevas formas de vivir el contexto actual, sin que ello implique que haya sido fácil.

Esa vulnerabilidad que ha abrazado a todos, al abrir los ojos en medio o fuera de los semáforos epidemiológicos, podría ser una gran bofetada, especialmente cuando la cotidianidad nos quitó el coraje de ser imperfectos, porque serlo implicaba entrar en crisis, sufrir vergüenza y miedo.

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La académica e investigadora de la Universidad de Houston, Brené Brown, señala que se puede experimentar de mejor manera la conexión y la autenticidad, al ser amable primero con uno mismo, para poder serlo con los demás. En medio de un contexto totalmente matizado por la pandemia de coronavirus en el que las noticias, las experiencias propias y la vida en general va de una nueva normalidad a otra, quizá requiera ese coraje de ser imperfectos, sabiendo que el miedo es detonador de la creatividad, de la pertenencia.

Brown enfatiza que constantemente se adormece a la vulnerabilidad, ya sea a través de deudas, drogas, obesidad y todo exceso; sin embargo, resalta que las emociones siguen ahí y que  el ciclo se vuelve peligroso, a pesar de que se va en busca de propósito, pues no hay conversación, sólo incomodidad o dolor que trabajan en perfeccionarse.

¿Qué se puede hacer con esa vulnerabilidad? Asumirse imperfectos, dejarse ver a profundidad, aunque no haya garantías, saber que se está para luchar, pero también que se es digno de amor y de pertenencia.

Foto: Pixabay.

Practicar la gratitud y la dicha en momentos de terror y ser capaces de agradecer, además de expresar vulnerabilidad, implica que estamos vivos y, lo más importante es creer que somos capaces. Porque cuando trabajamos desde ese lugar, dejamos de gritar y empezamos a escuchar, somos más amables con la gente que nos rodea y con nosotros mismos. Ahí, comienza la conexión, enfatiza Brené.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Día del padre 2020: una celebración en distancia a través de la pandemia de coronavirus

Conforme a las autoridades sanitarias, el vínculo afectivo de padres a hijos este año ha de considerar el nivel máximo de contagios que existe en México en relación a la COVID-19, priorizando la salud por sobre el apego

El tercer domingo de junio se celebra el día del padre y, el 21 de junio de este año está marcado por la pandemia de coronavirus, cuando en el país existe un total de 20,781 defunciones desde que inició la epidemia. Aunque la “nueva normalidad” que comenzó el 15 de junio, marcó la retoma de actividades en diferentes días del mismo mes, también apuntó al mantenimiento de las medidas sanitarias.

Es decir que, de la semana del 15 al 21 de junio 16 estados de la república mexicana transitaron de color rojo al color naranja en el semáforo epidemiológico. Sin embargo, la ciudad de México no se encuentra dentro de esas consideraciones, pues a la fecha constituye una de las entidades con mayor número de decesos, que hoy equivalen a 5,314 muertes, seguida por el Estado de México con 2,457 muertes, así como por Puebla con 916 decesos en total, ello conforme a los recientes reportes de las autoridades sanitarias.

Fue el pasado 19 de junio que la jefa del gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, señaló ante los medios de comunicación que en la capital no se reunieron las condiciones necesarias para que ésta transitara del rojo al naranja en el semáforo epidemiológico y, por ende, ésta se mantendría ante máximo riesgo de la semana del 22 al 28 de junio.

Foto: Pixabay.

Con base en lo anterior, el semáforo rojo indica que los contagios están en su máximo nivel, motivo por el que se recomienda totalmente que, al igual que en el día de las madres, la celebración a los padres se haga desde casa.

Aunque se sabe que la celebración del día del padre se festeja con menos efusividad que la del día de las madres, el momento por el que se pasa, no apunta como ocasión para hacer reuniones, especialmente si entre la concurrencia pueden encontrarse personas pertenecientes a los grupos vulnerables a la COVID-19 como lo son: personas mayores de 60 años, embarazadas, así como quienes padezcan diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedad pulmonar (bronquitis, enfisema, asma), personas con VIH y baja carga viral, personas con problemas cardíacos (historial con infartos, arritmias, angina de pecho o malformaciones). Todos ellos son algunos de los ejemplos que tienen mayor riesgo de complicaciones en caso de que contrajeran coronavirus.

Foto: Pixabay.

OMS centra su preocupación en América Latina

Durante la primera semana de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que el mundo entró a una fase peligrosa ante el virus debido al desconfinamiento; Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS también destacó que mucha gente está cansada de quedarse en su casa, al tiempo que los países están deseosos de abrir su sociedad y su economía. En el caso de América Latina, el virus avanza a pasos agigantados, cuando tan sólo al cierre de la semana pasada en Brasil se reportaron más 1,200 muertos, mientras en México 770, representando los países que registraron más decesos en el mundo, ello conforme a un recuento hecho por el centro de noticias AFP. 

Otro prueba de ello es que, tan sólo a cuatro días después de que iniciara la “nueva normalidad”, aumentaron los casos activos de coronavirus en Puebla, Tabasco y Guanajuato, sumando  un nuevo récord de contagios que da un total de 175,202 casos confirmados acumulados, 23, 567 casos confirmados activos en los últimos 14 días y 20, 781 decesos.

A la fecha la disponibilidad de camas a nivel nacional conforme al reporte de las autoridades sanitarias es la siguiente:

Incluso el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell invitó recientemente a la población a no visitar a sus papás para festejarlos este domingo, ello en razón a que el virus se mantiene activo y de que éste reconoció que la epidemia aún no se acaba y que en México se han superado las estimaciones iniciales de los fallecimientos.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Música y gastronomía,un camino para aceptar el dolor, compartirlo y sanar

En la crónica de lo contemporáneo, si la salud mental se escapa entre la cultura popular, aún en los rincones y en los momentos menos esperados, buscará una salida, una cura en la que el estrés, el miedo, la irritabilidad, la tristeza y la depresión se desdoblarán ante el ojo público

Del teórico cultural Mark Fisher al chef Anthony Bourdain existe un breve cuadro que, en cámara lenta, retrata el desdoblamiento de la salud mental ante el gran ojo público. Dando una vuelta en la historia y recordando grandes publicaciones, NME (New Musical Express) es una revista inglesa que se publica semanalmente en el Reino Unido desde el año de 1952. Ésta, tuvo su punto máximo de fama en una época peculiar, la era punk, alimentada de independencia y contracultura como gasolina de la creatividad. 

Foto: Pixabay.

En tempo acelerado, el sonido de la batería en este género, llevó el culto al rock and roll, al tiempo que el escritor Mark Fisher lo llevó en el corazón escribiendo para revistas como NME, Sight & Sound y The Wire a través de su blog “K-Punk”. En su momento, Fisher fue un gran referente para los autores de su generación  y su blog, fue más allá de la música, señalando en su último escrito que “Lo personal es político, que los gustos expresan una dimensión mayor”. Mark habló de depresión a través de la cultura popular en la que señalaba que se escondían los verdaderos conflictos contemporáneos, especialmente cuando ésta se dejaba llevar por lo establecido. Para este amante del post-punk el hecho de asumir la incapacidad de cambiar al mundo a través del arte -como lo es la música-, se convertía en mero entretenimiento.

Foto: Pixabay.

Para Fisher bandas como Joy Division, Public Enemy y artistas como James Blake o Adam Thaws, mejor conocido como Tricky, salían del patrón establecido por grandes corporaciones, lejos de la recompensa inmediata. Disfrazar el desencanto mediante un “pop cargado de esteroides” para Mark no era más que el efecto de una droga que invitaba a respirar una felicidad forzada, en la que la depresión no se dejaba tiranizar jamás.

Por otro lado, a Anthony Bourdain tuvimos la oportunidad de conocerlo como a una celebridad de la gastronomía que trabajó como chef ejecutivo en el restaurant Les Halle´s en Manhattan, Nueva York. Además de inmersionarse en shows televisivos como “Memorias de un cocinero”, que permaneció al aire con nada menos que 35 episodios a lo largo de 2002 y de 2003, también desarrolló su carrera de escritor tanto en el ámbito culinario como en el de los cómics, trabajo en el que sobresale “Hungry Ghosts”.

Sin embargo, Bourdain sufrió de depresión y adicción al alcohol durante varios años y fue justo a través de “Memorias de un cocinero” que declaró que sí llegó a usar productos farmaceúticos, heroína, cocaína y anfetaminas como parte de sus actividades en la cocina y en los diferentes restaurantes en los que trabajaba junto a sus compañeros. La institución de salud The Florida House Experience (FHE) rememora en una de sus publicaciones que durante dicho periodo Anthony llegó a señalar que caía en continua depresión profunda debido al abuso de sustancias, al grado en que ni siquiera podía tomar el teléfono y prefería escuchar los mensajes de la máquina contestadora, al tiempo que se iba colando en un profundo agujero negro del que se dio cuenta que tenía que salir.

Foto: Pixabay.

En entrevista para FHE, Stephanee Standefer, doctora y directora de la maestría en Consejería de la Universidad de Northwestern comentó que, aunque Bourdain era abierto acerca de su depresión, ello no significaba que estuviera curado, señalando que en esos casos existe un desbalance químico en el cerebro o que es hereditario, como alguna vez lo mencionó él mismo. También apuntó que conforme a una encuesta provista por la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EEUU, se desveló que los trabajadores de restaurantes y de alojamientos cuentan con las tasas más altas de trastornos por abuso de sustancias que cualquier otra industria, representando el 19% de los trabajadores que reportan uso de drogas ilícitas.

Ser genuinos, creativos y activos  a lo largo de la cotidianidad, a veces además de la capacidad de adaptarse de manera positiva a las situaciones adversas de la vida, también requiere no sólo el toque de análisis que Fisher aportó a la cultura británica o la versatilidad que demostró Bourdain a pesar de la depresión que lo aquejaba, también el compartirlo puede acercar mejores soluciones que las que el soliloquio de la mente pueda traer al puerto cansado del cuerpo.

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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Encontrar lo extraordinario en lo ordinario puede ser un factor para enfrentar lo desconocido

Una época “tan única” como la que se vive, muy posiblemente requiera el contemplar las situaciones de manera diferente, especialmente cuando no existe ningún guión previo en un contexto marcado por el coronavirus

Dejar de asumir lo cotidiano como familiar, toma sentido cuando dentro de la misma experiencia existe una perspectiva de cómo lo vivimos. Esto significa quitarse las gafas de lo familiar y comenzar a usar las de “lo desconocido”, por supuesto como lo haría cualquier buen explorador, por partes, y no en su totalidad.

Dentro de ese contexto, la NYU Shangai es la primera universidad de investigación chino-estadounidense fundada en 2012 por la Universidad de Nueva York y la Universidad Normal del Este de China, con apoyo de la ciudad de Shangai y del distrito de Pudong. En dicha casa de estudios, el economista Adam Brandenburger es director del programa de Creatividad e Innovación, quien recomienda que es importante mirar al mundo de maneras diferentes a cómo las ven las demás personas, pues ello representa una forma de encontrar oportunidades en donde otros las pierden. 

Brandenburger enfatiza la relevancia de mirar lo que nos rodea de maneras que escapan a otras personas, ejercicio para el que recomienda la “desfamiliarización”, a fin de llegar al proceso de crear una continuidad distinta para que el flujo de perspectivas genere una nueva visión. Como buen docente y economista, Adam invita a que desfragmentemos el mundo en el campo que nos encontremos: las artes, los negocios, en casa, desde el colegio a fin de encontrar lo revolucionario y lo nuevo en cada uno de sus detalles. El académico también nos comparte una estupenda referencia en la que recuerda aquella vez en la que el famoso investigador Sherlock Holmes le dijo a Watson: “Tu ves, pero no observas”.

Foto: Pixabay.

Conforme a lo recomendado por Brandenburger, el esfuerzo no sólo reside en pensar, sino también en ver las situaciones de manera diferente y, con base en el contexto que se vive por la pandemia de la COVID-19, ello puede constituir uno de los caminos para hacer frente a esta experiencia para la que no existe guión previo. 

A lo largo de los últimos meses, el entorno contemporáneo se ha caracterizado por el aumento de la incertidumbre, misma que parece ser el común denominador de los estados mentales a nivel mundial, en los que la ansiedad, el miedo y el estrés son los dictadores mayormente identificados en la población afectada. Una época “tan única” como la que se vive, muy posiblemente requiera el encontrar lo extraordinario en lo ordinario como factor para enfrentar lo desconocido en un contexto marcado por el coronavirus.

Los pensamientos y sentimientos formarían entonces parte del reto y un arma para revertir los efectos de la incertidumbre, sus orígenes y derivados. Es entonces que el camino de observar las situaciones con ojos nuevos que comparte Brandenburger podría ser una oportunidad, sino mágica, sí gradual de cambiar las visiones, hábitos y experiencias en las que opera nuestro cerebro.

Foto: Pixabay.

En contraste, dentro de las escenas de racismo, clasismo y delincuencia policiaca que se han vivido en diferentes partes del mundo durante las últimas semanas, encontramos a Septima Clark, a quien Martin Luther King consideró como madre del movimiento de los derechos civiles en EEUU. Clark es conocida por combatir de manera pacífica la discriminación racial, así como por crear las Escuelas de Ciudadanía, no con el mero objetivo de que la población afroamericana contara con los conocimientos básicos como el saber leer o escribir e incluso empoderarse, sino para votar.

Katherine Mellen Charron, una de las biógrafas y especialistas sobre la vida de Clark, subrayó en entrevista para la BBC de Londres que las escuelas creadas por la educadora y activista ayudaron a cambiar por dentro a las personas que formaron parte de ellas, no porque éstas les dieran un discurso inspirador que les empujara a arriesgar sus vidas y sustentos, sino porque abordaban problemas de su vida cotidiana, ganando capacidad para hacer cambios dentro de ella.

Contar con una mente clara y decidida, especialmente en tiempos de caos, es un acto ya de por sí disruptivo, pues requiere de habilidades para colaborar y canalizar energías hacia el cuidado de los demás, incluso cuando la atención hacia uno mismo es ya el primer reto y tarea de transformación.

Foto: Pixabay.

¿Cómo has enfrentado tus miedos y experiencias? Charron señala que el cambio requiere tiempo y, especialmente, resistencia. 

Gabriela Estrada Espínola es licenciada en Comunicación por la Universidad Simón Bolívar y Maestra en Periodismo sobre Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE. Ha colaborado en diversos medios y agencias de publicidad. Twitter: @GabaMaiden

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